emiliano martinez (+18)

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Nordelta, sabado 21 de diciembre 2023

—Pero papá, por que tengo que estar ahi? sabes que no me gusta, por favor papito, deja que me quede en mi cuarto— le rogue todo lo que pude a mi papá para no bajar a cenar pero fue imposible, tenia que bancarma a los 26 estupidos que el dirigia y tambien tener que verle la cara al gato ese.

—Vas a bajar a cenar cuando yo te lo ordene y punto Azul, no se porque ahora se te da por hacerte la rebelde, veinte años tenes ya, empeza a comportarte— dijo el cerrando la puerta

—DIECINUEVE!— grité enojada para luego tirar un almohadon a la puerta ya cerrada, el problema no era pasar tiempo con la selección, el problema era el idiota del que me habia enamorado, Emiliano era esos tipicos tios que te pintan todo color de rosa pero a la hora de aclarar las cosas se hacen chiquitos, hijo de puta, desde la copa america que cojemos, en qatar todo se incremento más, al punto que varios chicos se habian enterado, Cuti, Leo y Angelito, mis soldados de confianza, no podia permitir bajo ningún punto de vista que mi papá se enterara de lo que pasaba, yo tengo 19 años y Emiliano 30, es un montón.

—Amor, ya puedes bajar a cenar, todos los chicos ya estan aquí, tu padre esta esperandonos a nosotras nada más — escuche la dulce voz de mi mamá sacandome de mis pensamientos, mire hacia la puerta y me encontre con ella mirandome con una sonrisa.

Me levante y me acomode un poco el pelo, tenia puesto un short de jean color negro y una camiseta de argentina, la 19, la de Nico Otamendi, habia onda entre nosotros, una vez casi nos besamos en uno de los vestuarios y despues de eso quedo algo de tensión, la camiseta me la regalo despues del partido contra México, habia estado todo el dia vestida asi, no pensaba cambiarme.

Baje y estaban todos sentados en la larga mesa del comedor, mis mejillas se tornaron color carmesi cuando senti la mirada de los 26 jugadores, Pablo y mis papás sobre mi, por suerte el unico asiento libre estaba al lado de Angelito y de Cuti, con mi mejor cara de orto me sente en la mesa y me servi un pedazo de carne y ensalada en el plato, de reojo pude ver como mi papá le reclamaba algo a mi mamá, seguro era por mi ropa, "te hubieras puesto una camiseta lisa Azul, o de Messi", siempre el mismo reclamo.

—Que carita amiga— susurro Angel

—Mi papá es un gorra y encima tengo que verle la cara al gilipollas éste— dije sin susurrar, Cristian se rió y Leo que estaba frente a nosotros me miro alzando una ceja

—Azul, puedes venir un segundo por favor hija?— escuche la voz de mi mamá que estaba con mi papá en la cocina, madre mía.

—Que pasa mamá?— pregunte ignorando completamente a mi papá que estaba al lado de ella y con una cara de enojado tremenda y más porque me escucho hablar con mi acento español, por más que hace 2 años vivamos en Argentina, nací y creci en Mallorca, era inevitable.

—Me podes explicar que es esto Azul?— me pregunta mi papá tironeandome la camiseta, sonreí y lo mire desafiante

—Una camiseta papá, ni modo que bajara en sosten— dije, mi mamá se rio por lo bajo y disfrute ver la cara de mi papá transformarse— suficiente con que este aca comiendo, dejame en paz porque me subo y no bajo nunca más, pesado— dije dandome vuelta y volviendo a mi asiento, Angel Di Maria, maldito traidor de mierda.

—Hola rubia hermosa— tener que soportar su atractiva voz ya me desesperaba y más cuando hablaba susurrando.

—Papá, ya he terminado, me puedo levantar?— pregunté haciendole un pequeño pucherito, mi papá abrio los ojos y me hizo un gesto de que la cortara

—Esa carita me encanta, es la misma que pones cuando queres que te coja— escuche un susurro en mi oreja, hijo de puta.

—No te cansas de decir estupideces?— dije mirandolo

Shots- scalonetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora