edición especial: fantasía - +18

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Argentina, Bs As

—Por que esa cara?— mire a mi marido y rode los ojos.

—Sabes que detesto que invites a esos negros aca, Leandro— escuche como soltó una risa y me abrazo.

—Por que seas gallina no significa que tengas que decirles asi a mis amigos, Lola— rode los ojos nuevamente y subi a la habitación.

No tardo en escucharse el barullo y la cumbia, la parrilla esperaba desde las 11 de la mañana prendida.

Tenia a un par del plantel de Boca en el patio de mi casa, chupando y riendose a carcajadas.

Le dije bien claro a Leandro que iba a bajar solo a comer y que antes de que se vayan queria la casa impecable.

Mi vida, ya esta la comida, baja— me puse un remeron bordo con el número 16 en la espalda y baje, 4 monos sentados en mi mesa.

—Buenas tardes— dije sin ganas, me sente a la derecha de Leandro y me servi la comida.

—Esta rico, amor?— mire a Lean y asentí, estaba espectacular.

—Tanto tiempo, Lola— levante mi vista y estaba mirandome con una sonrisa Roman.

—Dis..sculpame Roman, que lindo tenerte en casa, ni te vi, mil disculpas— dije, senti el ardor apoderarse de mis mejillas, el ex-futbolista solo limito a reirse, nos conocemos hace años, desde que Lean jugo en Boca.

Comimos y la verdad no era tan desagradable pasar tiempo con ellos.

—Lo, me ayudas?— la morocha se dirigió a la cocina donde estaba su marido tratando de cortar las tortas heladas.

Uno de los amigos de Leandro no perdio el tiempo y poso sus ojos en lo más llamativo de esa mujer, su cuerpo.

Una morocha de pelo largo, ojos marrones claros, de tez blanca, unas piernas largas y una tremenda parte de atras.

—Che nene, no seas desubicado— habló Roman en voz baja, Marcos lo miro y se relamio el labio inferior riendose.

—Esta para agarrarla lindo a esa, y de paso educarla un poquito— dijo el morocho, ganandose las risas complices de Alan y Edinson.

Lola volvio a la mesa jundo a Leando, dejo platitos a cada varon y puso los postres en el centro para que se sirvieran.

—Me tengo que servir yo?— Lola miro al morocho automáticamente con una cara sobradora.

—Y si, para algo tenes manos— respondió, ambos cruzaron miradas por primera vez, Lola sintio un poco de intimidación por como el la miraba.

—Subo amor, avisame cuando se vayan así bajo a saludar a Romi— Leandro asintió y dejo un beso en la mano de la morocha.

Roman y Alan no dejaban de decirle a Marcos que se comporte mientras Leandro y Edinson charlaban sobre los hijos del Uruguayo.

—Bueno Leandro, nosotros ya nos vamos porque aca mi amigo tiene que buscar a su hija— hablo Roman, haciendo alusión a Alan.

—Espera que Lola te quiere saludar— el ojiazul llamo a su esposa que bajo corriendo a saludar, esta vez también saludo al ex 5 de Boca y al actual numero 10.

Lola.

—Tomamos un vinito?— le preguntó Leandro al unico amigo que le quedo en casa.

—Dale—.

Me quede en el living, agarre lo que habia quedado de la torta helada y me sente en el sillon a comerla.

—Hola— me di vuelta, Marcos estaba apoyado en el respaldo de mi sillón mirandome.

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