Shots- scaloneta

auto rojo - +18

Galicia, España, 2000

Me miré por ultima vez al espejo para retocarme el gloss y acomodarme mejor los mechones sueltos de pelo, estaba nerviosisima, Lionel siempre es misterioso pero no tanto como esta semana.

Hace 2 años que somos novios, nos conocimos aca en Galicia, el habia llegado hacia poquito y como yo tenia un poco más de recorrido me tire de cabeza y lo invite a mostrarle la cuidad, desde ese día no dejamos de vernos jamás.

Hace días está raro, raro de misterioso porque después está normal.

Agarre el celular que empezo a sonar, seguro Lio ya estaba esperandome abajo.

‐Amor?
-Chiqui, estoy abajo
-Voy

Guarde todo rapido en la cartera y baje las escaleras corriendo, mis papás estaban mirando la tele tirados en el sillón.

—Con cuidado cariño— dijo mi mamá, los salude a ambos y sali, mire hacia todos lados y no habia rastros de Lionel, saque el teléfono del bolso para volver a llamarlo hasta que escuche un bocinazo, levante mi cabeza y ahi estaba.

—Aca estoy princesa—

—Y esoo?— pregunté, ese auto no era con el que venia siempre.

—Nuestro— me mordi el labio y alce mi cabeza — de verdad chiqui, es nuestro—

—Estas loco Gringo— dije, me abalance sobre sus brazos y nos saludamos con sentido beso en la boca, las manos de Lionel estaban apoyadas en mis nalgas y mis brazos pasaron por al rededor de su cuello.

—Te gusta amor?— preguntó cuando me abrio la puerta del acompañante.

—Es muy lindo Lio, por eso estabas tan misterioso? yo ya estaba pensando en que me ibas a dejar— dije

—Sos loca vos? como te voy a dejar?, si sos la mujer con la que siempre quise estar— senti el ardor en mis mejillas y me acerque a dejar un beso en su cachete.

Lio toco bocina y arranco, el auto tenia ese olor a nuevo riquisimo que más mezclado con el perfume de el, era un elixir para mi.

—Hoy solo quiero manejar con vos al lado, compramos algo para picar y ahí atras esta el equipo de mate— asentí con una sonrisa en la cara y subi el volumen del estéreo.

Te confesé que quiero
Meterte en mi cama
Viendote sonreír de placer

Te prometí que solo
Tocaría tus pies
Si empañamos los vidrios, esta bien

Lionel y yo nos prendimos a cantar la canción que más sonaba en las radios de todo el mundo, era una de nuestras canciones preferidas.

Mientras la canción seguía su curso mi mente trabajaba sin cesar.

—Amor— dije — vos te compraste el auto por esta canción?— pregunté

Lionel solto una risa y me miró, una clara respuesta, que pibe.

En el GPS estaba como destino las Caldas Romanas, el último mes nos la pasamos hablando de ese lugar, este hombre era todo.

—Bajo a comprar y seguimos, te amo hermosa, gracias por acompañarme— dijo, beso mis labios y bajó.

No podia dejar de pensar en lo afortunada que era al tenerlo conmigo, era tan lindo, tan bueno, tan loco cuando queria.

(...)

Ya habian pasado casi dos horas desde que salimos de mi casa, nos comimos todo lo que Lio habia comprado y ya se estaba terminando el agua del termo, ibamos hablando del último partido de Lio donde se habia peleado con Beckham, cada vez que Lionel hablaba de eso se enojaba peor.