profe - +18

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El día trascurria normal, entre al laburo ya con la cabeza maquinandome ya que a la tarde tenia mi primera clase de Filosofía, varios de mis amigos me habian dicho lo jodido que era el profesor, no le gustaba que se use el celular en clase, odiaba las llegadas tarde y se la pasaba elevando la voz cada dos por tres, esas eran las "advertencias" que me habian dado, era aparte de ansiosa, muy pesada con esas
cosas, pesada en el sentido de que jamas queria generarle mal estar al otro y menos si de un profesor se trataba.

Llegue al aula y me sorprendi al ver a tan poca gente, si cuando me anote a las materias decia cupo casi completo, no me estarían dando los calculos.

Busque un asiento no tan vistoso aunque con la falta de alumnos era algo medio contradictorio porque se me veia igual.

Ya habian pasado las seis de la tarde, quince minutos habian pasado para ser exactos, scrolleaba el celular hasta que escuche la puerta cerrarse de un golpe.

Levante mi vista y vi a un hombre bastante alto el pelo perfectamente peinado y un maletin colgando de su mano.

Bloquee el celular y lo deje boca abajo en la mesa y me acomode en la silla, quise gritar cuando ese hombre se dio vuelta, me habian advertido mil cosas pero jamás me habian dicho lo bueno que estaba.

Una camisa negra arremangada hasta los codos, los dos primeros botones de la camisa desabrochados, un pantalon de vestir gris oscuro y los brazos repletos de tatuajes, el cuerpo se amoldaba perfectamente a la ropa, tenia la cara seria y el ceño fruncido mientras buscaba algo en una carpeta, dejando con enojo papeles encima de la mesa.

—Bueno, buenas tardes a todos y todas— dijo una vez tuvo dos hojas en sus manos, su voz no era grave pero si resonaba en todos los rincones.

—Antes de arrancar con toda la boludez de la materia y esas cosas quiero aclararles tres puntos, punto uno: en las dos horas y media que estan en mi clase no se usa el celular al menos que sea para buscar algo que yo les pida, punto dos: si la clase comienza a las seis, ustedes cinco y cincuenta y nueve tienen que estar con la cola en la silla y por ultimo, aca no se viene a perder el tiempo, si dudas o venis a ver que onda, chau— trague saliva, quise buscar complicidad en alguno de mis compañeros pero todos estaban firmes mirando al profesor.

—Ahora si, vamos a ver quienes vinieron, se ve que estuvieron recibiendo malos comentarios sobre mi porque cuando vi la primera vez habia cupo completo y aca hay menos de veinte personas, bue, Aviles Maira?— y asi fue como comenzo la clase, con una presentación de todos, yo iba última, como siempre, Zapata.

A medida que los minutos pasaban, me caia mejor el profesor, hacia chistes, decia malas palabras, era un copado al final, estricto como todo profesor que no quiere que lo boludeen pero un genio.

—Y nos queda..Zapata Aitana, por que ese nombre?— lo mire y me encogí de hombros — bueno, contanos quien sos —

—Bueno, mi nombre es Aitana, tengo 23 años y soy de aca de La Plata, estoy cursando Licenciatura en Ciencias Sociales, trabajo para mi papá en su estudio contable como secretaria y nada, eso— dije

—Tenemos todos, el pibe que trabaja en McDonald's, la peluquera, el recien salido de la secu y la nena de papi— alce una de mis cejas

—Yo no soy nena de papi, trabajo ahi porque no me queda otra, al final todos tenian razon sobre usted— dije, el solo me miró y solto una risa nasal.

Me queria ir, el profesor se habia puesto a hablar de los temas a tratar en la materia, de los textos y yo realmente no tenia ganas de estar ahi.

Se hicieron ocho y media y la primera en irse fui yo.

Shots- scalonetaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant