Shots- scaloneta

Pecado

Santa Fe, Argentina, 1999.

Acomode mi vestido y retoque el moño que ataba mi cabello, era sábado por ende hoy tocaba confesionario.

Todos los sábados por la tarde de cada mes tenia que ir y hablar con el padre de la parroquia barrial, era algo antiguo o al menos eso decian mis compañeras de cursada, pero mi familia no dejaria que falte una sola vez a confesarme o a misa.

La gente decia cosas espantosas de mi, por eso mis papás hacian hasta lo imposible para que mi reputación siga lo más "limpia" que se pueda.

El primer rumor que corrieron fue que tenia un novio mayor que yo, el segundo que llegaba a mi casa a altas horas de la noche y el que colmo mi paciencia..que estaba embarazada.

Ni siquiera salía de mi casa más que para ir a la universidad porque mis padres consideraban que mientras yo estudiase ellos podrian mantenerme y no hacía falta que yo trabaje.

Todas las semanas hablaba con el padre Lionel sobre la culpa que sentía por estar en boca de todos y ni siquiera entender el por que.

Llegue a la parroquia y como cada sabado a las siete de la tarde el padre estaba de rodillas frente a la imagen de la virgen de Lujan.

—Buenas tardes padre— me persigne y camine hacia donde estaba el.

—Buenas tardes Lucia—

Me arrodille junto a el y rece un padre nuestro.

Ese era mi castigo mental, rezar un padre nuestro cada vez que tenia pensamientos impuros con el padre.

No era la primera vez, desde que conocí al padre Lionel, mi mente se disparó con mil pensamientos pecaminosos, pensamientos que jamás habia tenido con otra persona.

—Esta lista para su confesión?— el padre se levanto y yo junto a el, estaba firme mirando hacia el frente, yo no podia mirarlo a los ojos, no después del sueño que habia tenido.

—Estoy lista padre— entramos al confesionario, sentí la madera crujir al sentarme.

—Ave maría purisima—

—Sin pecado concebido—

—La escucho Lucia, ¿considera que ha pecado en el último mes?—

—Si padre, he pecado— me sudaban las manos, su voz me causaba cosquilleos en el estomago y el aire cada vez era más escaso.

—Abra su corazón ante mi, puede contarme su pecado?— cerre los ojos y me acerque a la rejilla.

—Padre, yo he tenido sueños..no eran sueños normales, al despertarme notaba algo raro en mi, algo nuevo— dije.

—Necesito que desarrolle su inquietud para poder ayudarla a liberar su corazón, Lucia—

—Padre, solo quiero pedirle disculpas porque es muy vergonzoso lo que voy a contarle— dije — al despertarme, mi entrepierna se encontraba mojada— solté, hice una pequeña pausa, podia sentir como el aire empezo a espesarse — y mis pechos estaban sensibles, no se como explicarle padre—

—..okey Lucia..recordas algo del sueño que tuviste?— preguntó, pude escuchar la madera crujir repetidas veces y como la respiración de el era lo que más se escuchaba.

—Un hombre me besaba contra la mesa de un cuarto, desprendia mi camisa y levantaba mi pollera, podia sentir sus manos en mi cuerpo, parecia el fuego mismo padre—.

—Recordas algo m..más del sueño?— me sorprendi al escucharlo carraspear.

—Eran manos asperas, labios suaves..después recuerdo sentir un cosquilleo en mi vientre— me daba tanta vergüenza que tenia ganas de llorar.