lisandro martinez +18

10.6K 317 34
                                    

Sevilla, España

—Aviones privados, auto, de todo tenemos  Pau y queres venir en este vejestorio?— rode los ojos cuando Lisandro habló, se quejo por demás cuando le dije que saque pasajes en un tren de larga distancia para volver a Marbella.

—Basta Lisandro, no tenes 15 años, son unas horitas nada más, aparte podemos ir viendo el paisaje, va a ser lindo amor, vas a ver— ahora el fue el que rodo los ojos.

Empezo a asomarse la tarde cuando el tren arranco, ese atardecer fue uníco, fuimos tomando mates y charlando de como se estaba sintiendo el con su recuperación y demás.

—Y tu paisaje?— preguntó cuando ya habia anochecido, lo mire de reojo y le saque la lengua.

—Sos un ortiva, aparte ya falta poquito, no seas pesado— apoye mi cabeza en sus piernas y me acomode para intentar dormir el tramo que quedaba, al parecer a la gente mucho no le gustaba viajar en estos trenes, eramos los unicos del vagón, en el que seguia habia dos parejas también y más adelante una familia.

Licha me empezo a acariciar el pelo y yo pase mi brazo por arriba de sus piernas, estaba mal pero en ese momento se me prendio la lamparita.

—Epa, se te fue la mano, no?— lo mire y sonreí picaramente, Lisandro se puso serio y me observaba detenidamente cada movimiento.

Tenia un joggin del United y una remera de algodón normalita, empece a acariciarlo por encima de la ropa, su miembro no tardo en empezar a crecer, mire a mi alrededor y al corroborar que no habia nadie y que las luces estuvieran apagadas le susurre que se levante un poquito para bajarle el pantalón.

—Que morbosa que sos, te voy a coger en el tren, mi amor— dijo agitado cuando mi mano lo empezo a tocar por abajo del boxer.

Cuando estuvo lo totalmente duro lo libere del boxer y con mi mano empece a masturbarlo, mi lengua tocaba su punta haciendolo desear.

Empece a chupar como si mi vida dependiera de ello, Lisandro gemia por lo bajo y me sostenia el pelo, su cabeza estaba hacia atras.

Empezo a empujar mi cabeza para que pueda entrar más, sentía sus gruñidos y como sus venas empezaban a palpitar dentro de mi boca, me agarro del pelo y me levanto abruptamente, ese Licha es el que me gusta.

Me miro fijamente y se relamio los labios.

—Me encanta que seas mi puta— unió mis labios con los suyos salvajemente, fue moviendo sus manos por debajo de mi falda hasta llegar a mi entrepierna, con sus dedos abrio mis medias finas desgarrandolas y haciendome sonreir sobre su boca.

Corrio mi tanga y empezo a mover sus dedos sobre mi punto más debil, mi boca soltaba jadeos y gemidos silenciosos sobre su cuello.

—Qu-iero que me cojas Li— susurre temblorosa, Lisandro chequeo que no haya nadie, absolutamente nadie y palmeo sus piernas, me corri bien la tanga hacia el costado y me senté sobre el suspirando pesado, estaba de espaldas a el, su mano estaba sobre mi cuello guiando mis sentadas, poco a poco mis paredes se apretaban, sentia entrar  la verga de Lisandro hasta lo más profundo, me encantaba, nuestros movimientos eran lentos pero profundos, no podiamos hacer mucho ruido tampoco.

Me tape la boca cuando sentí mi orgasmo extenderse por todo mi cuerpo, Lisandro aumento la velocidad de sus embestidas haciendo que suenen nuestros cuerpos por unos segundos.

—Te amo, diosa, puta hermosa— tire mi cabeza hacia atras cuando sentí su liquido explotar dentro de mi, nuestras respiraciones estaban entrecortadas, sali con cuidado de encima de el y me acomode la ropa, Lisandro se subio la ropa y yo me levante para ir al baño y poder limpiarme.

Todavía sentia los espasmos de mi orgasmo, era increíble garchar con Licha, sempre sabe donde.

Volvi del baño y habia dos guardias hablando con Lisandro, el saco un par de euros de su billetera mientras miraba con el ceño fruncido a los hombres.

—Todo bien amor?— pregunté mirando extrañada a los dos, me sente a su lado y el paso su brazo por mis hombros.

—Todo bien preciosa, tranquila, ya se iban los amigos— dijo.

—Que paso boludo?— pregunté cuando los hombres salieron por la puerta y volvieron a apagar las luces.

—Nos multaron boludita, que va a pasar, al parecer no estabamos solos— apunto al asiento en diagonal frente a nosotros y vi a una persona con gorrita, que vergüenza.

Lo mire y ambos empezamos a reirnos, a veces nos excede la calentura.

















IMPOSIBLE NO VER ESTA FOTO E IMAGINARME COSAS

IMPOSIBLE NO VER ESTA FOTO E IMAGINARME COSAS

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Shots- scalonetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora