𝐹𝐼𝑅𝐸, 𝐵𝐿𝑂𝑂𝐷 𝐴𝑁𝐷 𝑅𝐴𝐻𝐸𝑅𝐴 | Aemond Targaryen

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—Quiero que te comportes Aemond y no te quiero cerca de ellos—

En el castillo, la Reina Alicent hablaba con su hijo Aemond, quería evitar por todos los medios el encuentro de su hijo con la hija de Rhaenyra.

—Eso será imposible madre, no puedo obedecer esa orden—

Aemond estaba ansioso por ver de nuevo a su sobrina, los rumores decían que se había vuelto hermosa y el quería comprobarlo. Además los sentimientos hacia aquella pequeña nunca cambiaron.

—¡Por los siete infiernos Aemond! No entiendo tu obsesión por esa chiquilla— Alicent de verdad no comprendía a su hijo, Aemond podría tener a cualquier mujer de los siete reinos pero se aferraba a la hija de Rhaenyra.

—No espero que lo entiendas madre, pero no esperes que te haga caso en alejarme de ella—

Tres golpes en la puerta interrumpieron la conversación de la reina y su hijo.

—Adelante—

—Su majestad. La princesa Rhaenyra y su familia han llegado— anunció Ser. Christon.

La cara de Alicent palideció, su intención era no notificar a Aemond de ello pero ahora eso era imposible. La reina pudo notar el cambio en el semblante de su hijo.

El ojo de Aemond pareció iluminarse y su respiración se agitó. Al fin después de 12 largos años su pequeña princesa había vuelto.

—Gracias Ser. Christon, puede retirarse—

Ambos, madre e hijo fueron hasta la entrada del castillo para saludar a los invitados.

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Rahera bajo del lomo de su dragón quien era de un tamaño colosal. Nunca había querido encerrar a su dragón, ella entendía que los dragones debían ser libres y vivir fuera de los muros.

—Bienvenida princesa— Los hombres encargados de los dragones de pozo dragón saludaron a la princesa.- Veo que Şeytan ha crecido bastante bien, en un año tal vez mida lo mismo que Vhagar, aún que aun le quedan muchos años de vida seguramente será gigante como Balerion—

—Eso espero maestre, solo vine para que fuera desmontado. Por favor quitad la montura y dejadlo en libertad—

Rahera odiaba que su dragón estuviera encerrado por eso mismo dio las órdenes directamente.

—Pero la reina ha prohibido dejar a los dragones fuera de pozo dragón mi lady—

—Me importa una mierda lo que dijo la reina, mi dragón debe estar libre si tienen algún inconveniente yo me haré responsable y hablaré con su majestad—

Rahe se despido de su dragón y se fue rumbo al patio de entrenamiento.

En el castillo, la reina Alicent y su hijo Aemond llegaban a recibir a los invitados.

—Rhaenyra, Daemon un gusto tenerlos aquí de nuevo. Veo que la princesa Rahera no viajó con ustedes, supongo que llegara más tarde. Es indispensable que ella esté aquí— Alicent estaba aliviada, Rahera no estaba.

—Oh no, ella se adelantó a explorar el castillo no sabe...— Rhaenyra no terminó la frase por qué Luce la interrumpió.

—Fue al patio de entrenamiento—

Luce se sentía culpable de haberle arrancado a su hermana la oportunidad de ser feliz con Aemond y si de algo servía intentará remediar el error.

—Gracias sobrino. Hermana, madre— Aemond se despidió con una reverencia y salió rumbo al patio rápidamente.

—Veo que nada ha cambiado, tu hijo aún acecha a mí pequeña— Daemon estaba claramente disgustado por este asunto.

—Tampoco es reconfortante para mí saber que Aemond está tras tu hija, esperemos pronto se solucione todo— al menos ambos coincidían en algo.

—Sobre ese tema reina Alicent. Quisiera que tú hijo se abstuviera de presentarse como candidato por la mano de mi hija, confío en que es lo mejor para ambos ¿O no?— hablo Daemon

La verdadera razón del regreso de la familia de la heredera salía a la luz, es cierto que había vuelto para velar por la salud del rey y también por el asunto relacionado a la sucesión de Lucerys. Sin embargo la razón principal giraba en torno a Rahera, era momento de que ella cumpliera con su deber casándose con un lord.

La princesa ya tenía 16 años y un matrimonio no podía posponerse por mucho tiempo, pero aún no podían decir nada, si Rahera se enteraba de que la casarían, seguramente escaparía lejos de ahí. Rahera aún seguía obsesionada con la idea de casarse con Aemond aún que eso parecía cada día más imposible.

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ŞEYTAN y Rahera:

Lamento que este capítulo sea así de corto pero tuve algunos problemas en escribirlo y las ideas ya no llegan tan fácil pero prometo que el siguiente será más largo y al fin tendremos el reencuentro ❤️😊