𝐹𝐼𝑅𝐸, 𝐵𝐿𝑂𝑂𝐷 𝐴𝑁𝐷 𝑅𝐴𝐻𝐸𝑅𝐴 | Aemond Targaryen

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El ansiado momento llegó y la cena familiar comenzó.

Rhaenyra, Daemon y sus hijos fueron los primeros en llegar. Rahera estaba muy callada, tratar con todos los Hightower la ponía de mal humor.

—Quiero que los cuatro se comporten— pidió Rhaenyra mirando a sus hijos.

—Su madre y yo hablamos enserio, los cuatro se tienen que comportar hoy es muy importante y si por algún motivo inicia una discusión más vale que no sean ustedes la que la provoquen. Lo mismo para ustedes Rhaena y Baela—

Daemon y Rhaenyra estaban un poco preocupados, las rivalidades entre ambos bandos eran evidentes pero temían que alguna acción en esta cena pudiera desencadenar problemas futuros.

—Mis hermanos y yo nos comportaremos madre, estate tranquila— hablo Jace sujetando la mano de su prometida.

—La espada Rahera— ordenó Daemon.

La princesa rodó los ojos y se retiró la espada.

—No entraré a ese nido sin "colmillo de dragón", la dejaré en la mesa de vinos ¿Bien?—

—Esta bien, pero nada de amenazas Rahera, es una orden— hablo firme Rhaenyra.

Rhaenyra dio una sonrisa y se encamino al salón.

Cuál fue la sorpresa al ver ahi a la reina Alicent asegurando que todo fuera perfecto.

—¿Te aseguraste de todo dos veces?— pregunto la Reina Alicent a una criada.

—Si mi reina, todo está en orden—

—Bien, puedes retirarte—

La joven sirvienta hizo una reverencia y se marchó. La reina inmediatamente se volvió hacia los Targaryen sonriendo un poco forzada.

Pronto todos los demás llegaron al comedor y tomaron sus asientos aguardando al rey.

En la cabecera de la mesa iría el rey, a su lado izquierdo Rahenyra, seguida de Daemon, Rhaena y Luce, Baela y Jace, Aegon y Helaena, Otto, Aemond y Rahera y finalmente la reina al lado derecho del rey.

Para el mal fortunio de Rahera, su silla estaba al lado de Alicent.

—Hoy estás muy linda sobrina— a Aemond le fascinaba ver a su prometida con esos trajes tan hermosos.

—Gracias, tu no te ves mal tío—

—Tal vez más tarde podamos hacer algo, ya sabes, en dos días es nuestra boda y antes de eso quisiera estar a solas un momento—

—Eso me encantaría Aemond—

Los dos platinados rieron cómplices, obteniendo una mala mirada de la reina. Ambos se pusieron derechos de nuevo y guardaron silencio.

La puerta se abrió y el rey entro siendo cargado por los guardias, todos se levantaron e hicieron una reverencia.

Los guardias dejaron al rey a la cabeza de la mesa y se retiraron— Que bueno es verlos a todos está noche juntos —Viserys hablo.

Alicent ofreció una oración y todos empezaron a comer. El ambiente era tan tenso que podía cortarse con la hoja del cuchillo.

—Esta es una ocasión para celebración. Mis nietos Jace y Luce se casarán con sus primas y mi hermosa nieta Rahera se casará con mi hijo Aemond fortaleciendo aún más nuestra unión, un brindis por los jóvenes príncipes y sus prometidas— Viserys propuso el primer brindis y todos alzaron sus copas.