Rahera volaba a lomos de Şeytan, el dragón era muy rápido y en poco tiempo llegó a bastión de tormentas.
El cielo empezaba a oscurecerse y el viento soplaba más fuerte pero eso no preocupó a la princesa en lo absoluto, Şeytan era más veloz por las noches.
Diviso el castillo de Lord Borros a lo lejos. Cual fue su sorpresa al ver ahí a Vhagar; el dragón de su tío Aemond.
—𝐻𝑜𝑏𝑟𝑒𝑛𝑘𝑎. 𝐿𝑦𝑘𝑖𝑟ī Şeytan (mierda, tranquilo Şeytan)— calmo la princesa a su dragón.
Rahera bajo del dragón atrayendo las miradas de asombro de los guardias, nunca habían visto a 2 dragones tan grandes como lo eran Vhagar y Şeytan.
La peli plateada ajustó su espada y se dirigió a los guardias— Soy la princesa Rahera Targaryen, traigo un mensaje para Lord Borros de la reina—
Los guardias asintieron y dieron la vuelta para ir a informarle al lord sobre la presencia de la princesa. Rahera los siguió mientras miraba un poco nerviosa a Vhagar.
Oops! Ang larawang ito ay hindi sumusunod sa aming mga alituntunin sa nilalaman. Upang magpatuloy sa pag-publish, subukan itong alisin o mag-upload ng bago.
Entrando a aquel gran salón la primera persona en sobresalir era lord Borros.
Lord Borros Baratheon, el Señor de Bastión de Tormentas y Jefe de la Casa Baratheon, como la mayoría de los Baratheon, el era una persona temperamental, se caracterizaba por su gran barba y melena oscura.
Aquel lord decian era un hombre hecho para la guerra y un gran guerrero sin embargo no destacaba para la habilidad de las letras ya que nunca logro aprender a leer.
—Princesa Rahera Targaryen hija de la princesa Rhaenyra Targaryen— anunció el guardia.
Aemond quién hasta ahora parecía muy concentrado en la hija del Lord volvió la mirada para ver si lo que sus oídos habían escuchado era real, para su fortuna o desgracia; lo era. Rahera estaba ahí caminando firmemente.
Rahera caminaba segura, discretamente miraba a todos lados buscando a Aemond, no tardo en encontrarlo. Al parecer el peli plateado ya la estaba observando.
Todos los presentes voltearon hacia la princesa y Lord Borros sonrió satisfecho.
—Lord Borros, le he traído un mensaje de mi madre la reina—
Rahera trataba de suavizar un poco su voz para no sonar amenazante, lo último que quería era hacer enfadar al lord y tener que cortarle la cabeza.
—Pues también he recibido un enviado del rey ¿Cuál es? ¿Rey o reina? La casa del dragón parece no saber quién la gobierna— el sarcasmo del lord era evidente
—Como usted sabe bien, todos los lores del reino juraron lealtad a mi madre la reina pero tal parece que la puta de la reina viuda no pudo soportar ver a su violador sin nada. Apenas murió el rey Viserys; la reina coronó al usurpador Aegon robando el trono de mi madre—
Lord Baratheon río sonoramente, la princesa no se dejaría intimidar y vaya que eso impresionaba al hombre.
—¿Cuál es el mensaje de tu madre?—
Rahe extendió una mano mientras soltaba una sonrisa sarcástica, el guardia tomó el pergamino y lo llevó hasta el lord.
El señor de la tormenta ordenó al maestre leer el mensaje y Rahera aguardaba su respuesta.
—¡RECORDARME EL JURAMENTO DE MI PADRE!. El rey Aegon al menos vino con una oferta; mis soldados y banderas por un pacto de matrimonio, si hago lo que tu madre pide ¿Qué me darán?— dijo aquel hombre sonando bastante ofendido.
Rahera soltó una risita y antes de encaminarse hacia el señor, dio una sonrisa sarcástica a Aemond mientras susurraba un "yo gano".
—Cómo sabe la lealtad es lo que más importa, mucho más que el amor nunca hay que olvidar eso. La reina pide que acepte mi mano para desposar a su hijo, pero si lo que quiere es un esposo podrá elegir a mi hermano mayor Joffrey Velaryon para desposar a alguna de sus hijas; la elección es suya, decida rápido mi lord el tiempo es oro—
Rahera sabía que con esto ganaría, bastión de tormentas era de los negros y no había nada que Aemond pudiera hacer.
—Debo admitir que me sorprende tal propuesta princesa, no esperaba esta oferta. Pero ¿Por qué debería elegirla a usted y no al príncipe Aemond?—
—Usted quiere dragones ¿No es así?. Lo pondré de este modo; mi sangre es sangre pura de la antigua valyria, no está mezclada con ninguna otra. Si yo desposara a su hijo podría darle nietos con rasgos valyrios capaces de domar a un dragón— la princesa camino hasta posarse justo en frente del señor de la tormenta.
—En cambio si Aemond desposara a alguna de sus hijas no correría con la misma suerte; mi tío también tiene sangre Hightower y el no tuvo dragón hasta los diez, nada le garantiza que sus nietos puedan ser capaces de domar uno—
El argumento de Rahera era válido y lógico vieras por dónde vieras. Rahera tenía más probabilidades que su tío Aemond de engendrar niños valyrios capaces de domar dragones.
—Dile a la reina que lo pensaré y mandaré un mensajero con la respuesta— dictó lord Baratheon
Rahera dio un asentimiento de cabeza y se dio vuelta dispuesta a marcharse de ahí.
—Alto ahí sobrina —la voz de Aemond la detuvo en seco— ¿En realidad crees que puedes volar por el reino tratando de robar el trono de mi hermano sin un castigo?—
—Me importan una mierda tú y tus engendros llamados hermanos, métete a tu valeroso prostituto por el culo y dejame en paz— Rahera no pensaba contenerse contra Aemond
Los presentes incluyendo al señor de la tormenta rieron sonoramente burlándose de Aemond.
—Si quieres que te deje tranquila entonces tendrás que pagar la deuda— Aemond se sacó el parche dejando ver el zafiro en la cuenca vacía del ojo— Quiero tu mano o tu ojo, cualquiera servirá —el príncipe extendió ambas manos.
En la mano derecha tenía un anillo y en la izquierda una daga, pretendía que Rahera escogiera una.
Rahera soltó una carcajada y dio una mirada de odio a su tío.
—Estas demente, yo no te pertenezco y si quieres cobrar tu estúpida deuda entonces ve a buscar a Jacaerys. El fue el que te dejó tuerto no yo, además gracias a ti también tengo está cicatriz. Yo no te debo nada—
—No era pregunta sobrina, elige una de las dos o lo haré por ti y no te gustará—
—Bien si eso quieres, acabemos con esto de una vez.
