𝐹𝐼𝑅𝐸, 𝐵𝐿𝑂𝑂𝐷 𝐴𝑁𝐷 𝑅𝐴𝐻𝐸𝑅𝐴 | Aemond Targaryen

🅃🄴 🅀🅄🄸🄴🅁🄾

━━━━━━━ ⇜ ━━━━━━━

Ser. Arryk acababa de arrivar a la costa de rocadragón, su armadura blanca relucia y esperaba que con ella pudiera hacerse pasar por su hermano y lograr su cometido.

Estaba nervioso, cualquier movimiento incorrecto y lo descubrirían, fue más su sorpresa al notar la cantidad de guardias que custodiaban la entrada a la fortaleza.

El caballero respiro profundamente y se acercó con paso firme hasta la entrada- Buena tarde hermanos -saludo a los guardias.

-¿Que haces aquí Erryk? ¿Por qué no estás con la reina?- cuestiono un guardia.

-Hacia allá me dirigía, se me ordenó dar un vistazo a la orilla. Si mi hermano aparecía entonces sería fácil saberlo con dos hombres iguales por aquí- trato de escudarse con la única excusa que cruzó su mente.

-¿Quién lo ordeno?- insistía el hombre que se veía muy dudoso sobre su confesion.

-La princesa Rahera, puedes ir a preguntar tu mismo pero conoces a la princesa, se enfurece si la cuestionan- eso es algo que el guardia ya sabía.

Arryk y Erryk habían convivido lo suficiente con la familia real para conocerlos bastante bien, todo guardia que quisiera mantener su puesto y capa no cuestionaba ninguna orden de la princesa Rahera y su padre el rey consorte.

Se sabía de su temperamento y ahora esto había ayudado a Arryk en su misión.

-Lo se hermano, adelante pasa pero ve con la reina de inmediato; está en el cuarto de los príncipes-

-Gracias hermano-

Erryk conocía la fortaleza bastante bien, no le tomo mucho tiempo encontrar el camino hasta la habitación de los príncipes.

Casi estaba seguro que podría salir de ahí con su misión completada, se sentía un traidor y un cruel asesino pero ¿Cómo podría desobedecer una orden de su rey? El eligió servir a Aegon y ahora no podría retractarse.

El hombre subía las escaleras con prisa, un extraño frenesí de adrenalina lo comenzó a invadir. Sentía miedo de ser atrapado, el arrepentimiento y su conciencia lo empezaban a molestar.

Llegó al último escalón... Dudo dos veces si lo correcto sería dar la vuelta pero al final se mantuvo firme y siguió el paso.

Un paso...

Dos más...

Su corazón se aceleraba, su respiración se volvía irregular y la sudoración en las manos lo comenzaba a molestar.

Llegó a la esquina del pasillo, justo delante de la escalera que llevaba a la habitación.

-"La madre pueda perdonarme"- pensó el caballero antes de comenzar a subir.

Faltaba la mitad para lograrlo cuando una figura conocida apareció delante suyo.

-Arryk-

-Erryk-

Los dioses trabajan de maneras muy misteriosas pero siempre tienen un plan.

Tal vez era cosa de los dioses que ambos hermanos se toparan de frente.

Erryk se quedó estático al final de la escalera, estaba a solo unos cuantos pasos de su hermano- Entonces ¿Así es como será? -pregunto Ser. Erryk a su gemelo.

-Tal parece que los dioses así quisieron nuestro destino- respondió Arryk con una sonrisa.

Ambos hermanos derramaron una lágrima y dieron un último abrazo.