𝐹𝐼𝑅𝐸, 𝐵𝐿𝑂𝑂𝐷 𝐴𝑁𝐷 𝑅𝐴𝐻𝐸𝑅𝐴 | Aemond Targaryen

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—¿Crees que los dragones puedan llegar más allá del cielo?—

Rahera se encontraba recargada bajo la sombra agradable de un árbol, en su regazo reposaba la cabeza de Aemond quien pretendía dormir.

—No lo sé 𝑎𝑣𝑦 𝑗𝑜𝑟𝑟ã𝑒𝑙𝑎𝑛, tal vez solo los más grandes— contestó Aemond

La platinada jugaba con la larga cabellera de su tío, llevaban media hora en esa posición y la cabeza del chico estaba llena de trenzas.

Rahera soltó una risita al ver concluido su maravilloso trabajo al trenzar el cabello de su tío.— Te ves precioso tío —reía la chica.

—Yo siempre me veo precioso, sobrina—

Aemond se levantó de su cómoda posición para plantarle un beso a su amada, ambos sonrieron y continuaron así un rato más.

—Pronto seremos esposos y no quiero esperar para tener hijos—

—Bueno aún somos jóvenes, tenemos mucho tiempo para pensar en eso Aemond pero confieso que me gustaría tener un bebé que se parezca a ti—

—Espero que no se parezca del todo a mi, tener un solo ojo es divertido pero un poco complicado—

Rahera rio levemente y depositó un besito en el ojo de Aemond.

—Por cierto, mi madre me ayudó a escoger mi vestido de bodas, es hermoso ya quiero que lo veas. De verdad espero verme bonita en el—

—Tu eres preciosa de cualquier forma, todo lo que te pongas te queda perfecto 𝑝õ𝑠 𝑧𝑎𝑙𝑑𝑟𝑖𝑧𝑒𝑠—

—Muchas gracias— las mejillas de la princesa se encendieron y muy apenada escondió su rostro.

—Antes de que lo olvide —Aemond se levantó y se inclino frente a Rahera— tengo algo muy especial para mí futura esposa—

Rahera miró un poco confundida y ladeó la cabeza— ¿Qué es? —se inclino junto a Aemond.

El platinado saco una bolsita de cuero, abriéndola con delicadeza. De su interior saco un hermoso collar con un rubí en el centro que formaba un corazón, el collar era muy hermoso y parecía que dos serpientes lo sostenían.

Rahera llevo sus manos a su boca y miro sorprendida aquel obsequio.

_Es... Precioso, es muy hermoso ¿De dónde lo sacaste?—

—Una princesa como tú merecía una joya igual de valiosa. ¿Me permites?—

Con cuidado Rahe se retiró el cabello que cubría su cuello, Aemond con cuidado le colocó el collar y dio un inesperado beso en su cuello; lo que causó una enorme vibración en todo el cuerpo de la joven.

Sus mejillas se encendieron y una sonrisa tímida se asomo.

—Ya lo tenías planeado ¿verdad?—

—Tal vez mi amor—

Ambos chicos continuaron su tarde entre besos y risas, su matrimonio se acercaba, en unos días serían marido y mujer.

La tarde termino y dio paso a la noche. La cena se acercaba y ambos jóvenes caminaban de la mano rumbo al comedor, a decir verdad la cena no era de sus momentos favoritos pero al menos era tolerable.

—¿Cómo me encontraste aquel día en el patio de entrenamiento?—

La pregunta surgió y Rahera no quiso quedarse con la duda, además aún faltaba un tramo para llegar al comedor entonces se le ocurrió hacer plática.

—Lucerys me dijo que estabas ahí; ahora que lo pienso, mi sobrino Lord Strong me ha ayudado a encontrarte varias veces—

Hasta ahora Aemond lo reflexionaba, siempre que buscaba a Rahera, Lucerys llegaba y le informaba de su paradero nunca le tomó importancia hasta hoy.

—¿Estamos hablando del mismo Lucerys? Lucerys mi hermano, hijo de mi madre—

—No hay otro Lucerys, tu hermano, hijo de tu madre por aquí—

—Wow eso sí que es extraño. Creí que me odiaba al igual que Jace, desde que recuerdo nunca tuve buena relación con ellos, ni siquiera con Joffrey—

Ahora que Rahera hacía memoria realmente nunca tuvo un momento cercano con sus hermanos, tal vez ni siquiera los consideraba sus hermanos.

—Creo que es buena persona, tal vez se arrepienta del pasado. Deberías retomar tu relación con el—

Aemond podría verse cruel y sin sentimientos pero le importaba demasiado su prometida y además el castaño los había ayudado estos últimos meses, no veía el problema en que retomarán su relación de hermanos.

—Tal vez, lo pensaré—

—Luce, ¿Puedo hablar un minuto contigo?— Rahera se levantó de su asiento y llamo a su hermano.

La cena había terminado y todos se habían retirado pero ella quiso aprovechar para hablar con Luce.

—Mira se que no tenemos una buena relación y tal vez me odies, no te culpo yo también me odio a veces pero me gustaría agradecerte por lo que has hecho por mi y también quisiera estar en paz contigo—

—Yo.... No se que decir, eres mi hermanita y claro que quisiera portarme como tú hermano mayor, nunca lo hice y lamento eso hermana pero aquí estaré cuando me necesites y estamos en paz—

Luce era como un niño pequeño, sus ojos brillaron y sus mejillas se inflaron, le agrado saber que su hermana hacia un esfuerzo por mejorar aún que fuera un poco su relación.

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Hola chinchulines, hoy el capítulo es medio cortito. Unas humildes 871 palabras jeje

Gracias a todos los que votan y leen está historia ❤️
Y también gracias a los que comentan, estoy muy feliz de que haya personas que se interesen por esto.

MUCHAS GRACIAS A TODOS!!🥰🥰