𝐹𝐼𝑅𝐸, 𝐵𝐿𝑂𝑂𝐷 𝐴𝑁𝐷 𝑅𝐴𝐻𝐸𝑅𝐴 | Aemond Targaryen

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Estaban en posición, las órdenes habían llegado a todos los hombres que aguardaban la señal de su princesa.

Rahera analizaba el campo esperando el momento adecuado, buscando un descuido de algún hombre para avanzar.

No espero mucho, un cambio de guardia los favoreció enormemente, el puñado de hombres en guardia comenzó a moverse dejando una entrada perfecta para sus tropas.

Rahera junto sus manos alrededor de sus labios imitando hábilmente el arrullo de un pájaro, era la señal.

Los hombres desenfundaron sus espadas corriendo rápidamente en dirección al campamento.

Cuando las tropas verdes se dieron cuenta de la emboscada ya era tarde, poco menos de tres mil hombres se abalanzaron contra ellos.

Los pocos que estaban despiertos apenas y reaccionaron a defenderse, mientras que los que aún seguían dormidos despertaron súbitamente sin saber lo que ocurría.

-¡NOS ATACAN! ¡DE PIE, NOS ESTAN ATACANDO! ¡EMBOSCADA!- Gritaban los guardias.

Los ejércitos chocaron y comenzó la masacre.

Rahera a la cabeza de sus tropas cortaba cabezas a diestra y siniestra; los caballeros ni siquiera podían hacerle frente, estaban desarmados y atolondrados.

Mientras los verdes se preparaban, los negros ya habían tomado suficiente ventaja sobre ellos.

Charcos de sangre, gritos, mutilaciones y cadáveres inundaron el campo de batalla. Hvitserk y Rahera peleaban codo a codo en contra de los verdes.

La princesa demostraba nuevamente su talento natural para la guerra, cortaba y apuñalaba a los hombres, no dudaba en enterrar su espada en sus cuerpos.

Un corte peligrosamente cerca de su rostro la sobresalto. Dio la vuelta encontrándose cara a cara con uno de los guardias que cuidaban de su abuelo cuando aún vivía.

-Ser. Henry, tiempo sin vernos. Debería arrodillarse y pedir disculpas, casi me saca un ojo- Rahera se puso en guardia, levantó su espada y aguardo el ataque.

-Mis disculpas princesa, me temo que eso no lo haré, por el cariño que le tengo al ser espectador desde su niñez le daré una muerte rápida- Henry levantó su espada aguardando también el ataque de la contraria.

-Bien, como decida.

Rahera no aguardo y se lanzó al ataque, el caballero esquivo la espada y regreso el ataque.

El choque de espadas resonó, el caballero y la princesa bloqueaban hábilmente los ataques del otro, Rahera comenzaba a perder la paciencia.

Un golpe de Henry conecto en el pecho de la princesa dañando su armadura haciendo que un par de rubíes cayeran al suelo.- Era mi armadura favorita-.

La princesa agudizó sus estocadas, una de sus ventajas era su complexión, era delgada y eso le permitía moverse con mayor facilidad y penetrar los puntos vulnerables de sus oponentes.

Golpeaba al caballero cada vez más rápido y este se veía poco a poco más incapaz de llevarle el ritmo.

Entre ambos se dieron varios golpes acertados, Henry infringió varios golpes y heridas en el cuerpo de la chica mientras Rahera acortaba la distancia para encestar un golpe certero.

-Su padre le enseño bien princesa-

Rahera vio la brecha y encestó un golpe certero en el cuello del hombre, este comenzó a desangrarse rápidamente.