Ayauhcalli Ocelotl

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EL JAGUAR DURMIENTE

┏━°⌜ 赤い糸 ⌟°━┓

🄾🄿🄴🄽🄸🄽🄶

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ᴠᴏʟᴜᴍᴇ : ▮▮▮▮▮▮▯▯▯

|◁ II ▷

Región autónoma de Tláhuac.

Tres días después de la visita de la Reina Valquiria

Los inclementes rayos mañaneros del eclipse transmitieron la monótona mañana a toda la ciudad de Tláhuac.

En el centro urbano de la misma se oía el rumor motorizado del tráfico y de los peatones aztecas caminando de aquí para allá. Pero a pesar del despertar de la industria, la ciudad misma acallaba en un silencio sepulcral. Alejados de los bordes urbanos de la pequeña ciudad, los campesinos empezaban a arar sus campos de cultivos, bañados por los tenues destellos del eterno eclipse que dominaba el cielo rojo y desolador. Los mexicas ya estaban acostumbrados a esto.

En toda la explanada urbana de la ciudad, la plaza de Piedra del Sol era el lugar más concurrido donde hacer comercio y compraventa. Allí se concentraba una diversidad de tiendas de ropa, perfumes y orfebrerías se distribuían en todo el perímetro; carnicerías, panaderías y hasta restaurantes bien atestados. Gran parte de la población venía al mercado con el propósito de rezar a su diosa madre, Xilonenl en los grandes templos o en los pequeños santuarios.

Alejado del horizonte urbano, el follaje del bosque tropical era agitado por las ráfagas de la brisa que soplaba sobre todo el terreno. La selva tupida murmuraba al son de los vientos y se iluminaban con los rayos de luz del gris alba que se filtraba por la copa de los árboles. El repique de las campanas de los atrapasueños se oía por los alrededores del bosque, armonios, igual que los vientos que viajaban de sople y sople por la colina boscosa hasta llegar a la finca del Sumo Sacerdote.

Construida cerca de la gran secuoya que se alza de forma oblicua cerca del borde, la mansión se erguía con ponencia y solemnidad. Los rayos de luz se filtran por las ventanas del segundo piso, metiéndose en de la habitación de la joven y risueña Zaniyah. Los rayos se deslizan a través de las cortinas, decoradas estampados de mariposas de colores variopintos. La joven dormía abrazada a su almohada; estaba arropada hasta el cuello. El cuarto era acondicionado por un abanico que pendía del techo y giraba y giraba, emitiendo unos leves chirridos de madera.

Record of Ragnarok: Blood of ValhallaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora