CAPÍTULO 55

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CAPÍTULO 55

PRESIÓN ABRUMADORA


Considerando la dificultad del trato, Cang Long finalmente dio su decisión final — Me pondré en contacto con la familia Cook.

Ante eso, Snake se mostró petulante, tragando saliva en dirección al piloto —Ya te lo he dicho, no puedes hacer nada basándote en el dinero, primero tienes que asegurarte de que puedes salir de ésta.

El conductor se quedó quieto, descontento, pero comprendiendo la situación. Bufó por la nariz — De acuerdo, es mejor ganar un poco de dinero que ser atrapado.

Cang Long se hizo a un lado para ponerse en contacto con la familia Cook.

He Xile se abrazó a su gran cola, no dijo una palabra y se sentó obedientemente en la cama.

No mucho después.

—Levántate – Cang Long apagó la terminal —Nos vamos.

Puesto que Su Majestad ya había intervenido, cuanto antes se hiciera el trato, mejor. No fuera a ser que hubiera alguna situación problemática.

Miró dos veces a He Xile, abrió su armario y le tendió un conjunto de ropa — Ve a ponerte esto. Date prisa.

He Xile no tuvo más remedio que levantarse de la cama e ir al baño a cambiarse de ropa.

Con una cola detrás, vestirse era mucho más problemático que antes. Tardó ocho minutos en salir del baño — Lo siento, no puedo controlar mi cola, se me atascaba un montón.

Los ojos de Cang Long miraron detrás de He Xile y no dijo nada.

—Vámonos.

Además de la gran cola detrás de él y su cara, que se había vuelto mucho más ordinaria, la habilidad de Cang Long de cambiar de apariencia a sí mismo y otros, también hizo que la altura de He Xile fuera casi treinta centímetros más alta.

Con dos metros de altura, seguía estando por debajo de la media de un Hexinense, pero al menos no es tan bajo como para resultar sospechoso.

Caminando por la calle en esta forma, nadie pensaría que es el precioso humano.

Al salir, Cang Long puso sus brazos alrededor de la cintura de He Xile.

Una pequeña pistola de partículas se apoyó en su cintura, y con ella la voz baja de Cang Long — Pórtate bien por el camino. Cuando lleguemos al lugar, no te preocupes, quédate en esa mierda de casa noble unos días, cuando las aguas se calmen, conseguiremos el dinero y te sacaré de nuevo.

He Xile no comprendía.

¿Qué puto sentido tenía sacarlo de nuevo? Si como quiera iba a venderlo a ese hombre pájaro una vez estuviera "liberado".

Entonces lo entendió ¡a este tipo se le daba bien hacer dinero!

Claro iba a obtener la ganancia de los Cook y de Birdman.

Cang Long adivinó, por la expresión de He Xile, lo que éste estaba pensando y dijo con voz grave — No te venderé. A partir de ahora, estarás conmigo.

—¿¡Qué?!

La cabeza de He Xile tenía más signos de interrogación.

—.... No, no, no ¿estás bien de la cabeza? ¿mis secuestradores me van a mantener prisionero?

He Xile no pudo evitar mirar a Cang Long dos veces más.

El otro parecía frío, como si las palabras pronunciadas tuvieran un contenido perfectamente normal.

EL ÚLTIMO HUMANO DEL IMPERIOWhere stories live. Discover now