CAPÍTULO 70

574 127 19
                                    


CAPÍTULO 70

HISTORIA DE TERROR



Después de una cena bastante sabrosa, He Xile siguió paso a paso a Su Majestad, bostezando furtivamente. Era tarde y He Xile tenía un poco de sueño.

Pensó casualmente: — Me pregunto qué tan pequeña será la habitación que Su Majestad como para que tengamos que dormir pegados.

La puerta se abrió de un empujón y He Xile asomó inmediatamente la cabeza por detrás de Su Majestad y mirando con curiosidad.

Esta habitación era bastante grande para He Xile, pero la cama dentro de la habitación era un poco más pequeña que la del palacio y la de Obsidian.

¿Probablemente esta podría ser considerada como una cama individual para alguien de Hexina?

Definitivamente no es posible acomodar a dos habitantes de Hexina en la misma cama, así que si no se tratara de He Xile, entonces sí sería realmente un espacio apretado, como dijo Su Majestad.

Lo primero que se le ocurrió fue —Majestad, no estamos en Obsidian, así que puedo tirarme en el suelo.

La persona frente a él se volvió —¿Qué?

Los dos se miraron.

He Xile vio un atisbo de burla en los hermosos ojos rojos de Wen Jiyu.

La otra persona dijo — ¿Quién te ha dicho que sólo en Obsidian tienen ese tipo de bicho?

He Xile: "......"

Tenía algunas dudas en su mente, y no pudo evitar mirar a Su Majestad dos veces.

¿Es realmente cierto o Su Majestad le estaba tomando el pelo? No podría ser así ¿verdad?

Sin embargo, no parecía haber ninguna razón por la que tuviera que dormir en la misma cama con él, ¿no? ¿Así que tal vez, tal vez, tal vez era... verdad?

—No te molestes, ¿por qué iba a mentirte? – pensó serenándose.

Su Majestad abrió el armario y seleccionó el pijama que se pondría a continuación, —Oh.... – pensó algo, su voz se entrecortó, giró la cabeza, miró a He Xile de arriba abajo, frunció el ceño y preguntó —¿Acaso no te gusto? ¿No quieres acostarte conmigo?

Hiss.

¡Otra vez la pregunta!

He Xile negó inmediatamente con la cabeza —Por supuesto que no se trata de eso.

Su Majestad soltó un resoplido — Ya te lo he dicho, no me importa que duermas tan... abstractamente, así que ¿por qué no quieres dormir conmigo? Ahora, ve a bañarte. – Levantó el dedo y señaló en dirección al baño.

—Voy.... Gracias.

Antes de entrar en el baño esta vez, He Xile aprendió completamente de la última vez y se llevó a propósito una muda de ropa. En esa ocasión Su Majestad se encontraba en medio de una audiencia y no podía atenderle.

—Buen chico – Wen Jiyu agregó: —De nada, esto es lo que debo hacer como guardián.

He Xile pensó para sí —¿Qué? ¿Qué quieres decir?

Seguía un poco confuso hasta que entró en el cuarto de baño y abrió la llave del agua para llenar automáticamente la bañera.

Mientras seleccionaba las bolas de sal de baño, pensó para sí — Las palabras de Su Majestad no podían significar que tolerar mi mala postura para dormir es parte de sus obligaciones..... ¿verdad?

EL ÚLTIMO HUMANO DEL IMPERIOWhere stories live. Discover now