CAPÍTULO 100

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CAPÍTULO 100

REGALO


8 de Agosto.

Hoy es el cumpleaños de Su Majestad.

He Xile se despertó lleno de energía, se aseó y fue al estudio a sacar la hermosa caja de regalo que había preparado, dispuesto a entregársela a Su Majestad cuando se encontrara con él "casualmente" en el comedor.

Pero lamentablemente, eso no pasó.

Durante el desayuno, He Xile no vio a Su Majestad.

En cuanto el chef vio a He Xile mirando a su alrededor en el comedor, supo lo que buscaba.

Sonrió y dijo —Su Excelencia, Su Majestad ya ha estado aquí hoy.

—¿Eeeeeh? – He Xile se congeló y su boca creció en sorpresa. Levantó su muñeca y miró la hora en su terminal, eran poco más de las siete y media. No debería ser así, normalmente a esta hora del día, Su Majestad podía ser encontrado aquí, incluso si por alguna razón llegaba un poco tarde.

¿Por qué vino tan temprano hoy?

¿Será porque es un día especial?

He Xile estaba pensativo.

¿Podría ser que no sería capaz de ver al otro hoy?

Bueno, no importaba. Es sólo un regalo, y aunque no pueda dárselo hoy, no pasa nada.

No pensó más en ello, desayunó y se fue al laboratorio con el guardia 131. No tenía esperanzas de encontrarse con Su Majestad, pero en cuanto llegó al edificio blanco, vio a unos cuantos guardias más haciendo resguardo ante la puerta del laboratorio, misma que estaba abierta de par en par, mostrando a una figura con una capa negra y el cabello plateado, de espaldas a He Xile, de pie hablando de algo con los doctores.

Ah.

¡Era Su Majestad!

—¡Su Majestad, así que está aquí! – Los ojos de He Xile se iluminaron y le saludó en cuanto entró por la puerta.

Wen Jiyu giró la cabeza para mirar a He Xile.

Su pelo plateado le cubría la mitad de la cara, casi ocultando las sinuosas líneas negras, y sus hermosos ojos miraban a He Xile como si estuvieran llenos de fuego, pero el fuego no era ardiente, sino más bien indiferente.

Levantó un poco las cejas, como preguntándose qué pretendía He Xile llamándole hace un momento.

Aunque los ojos de Su Majestad eran fríos, He Xile percibió que Su Majestad estaba de buen humor.

Sus ojos se arqueaban mientras se acercaba rápidamente y le entregaba el regalo que tenía en la mano.

—¡Su Majestad, le deseo un......! – Las palabras "Feliz Cumpleaños" casi salieron de su boca. Miró los ojos rubí de Su Majestad y dijo con una sonrisa —... Que siempre esté envuelto en amor y luz en esta vida.

Wen Jiyu escuchó las palabras en la traducción de la terminal y resopló, pero no pronunció una palabra de burla, en lugar de ello miró lo que se encontraba en la mano de He Xile —¿Qué es esto? ¿Un regalo?

—Sí – He Xile guiñó un ojo — Me ha ayudado mucho, esto es algo que he hecho con mis propias manos, para usted.

A un lado, los ojos de Kerry y los demás echaron un vistazo al delicado paquete que He Xile le entregaba a Su Majestad, sintiéndose por un momento un poco envidiosos.

EL ÚLTIMO HUMANO DEL IMPERIOWhere stories live. Discover now