EL ÚLTIMO HUMANO DEL IMPERIO

CAPÍTULO 131

CAPÍTULO 131

¿VINO A SU MAJESTAD?

El humo en el ambiente era brumoso.

He Xile se quedó quieto, incapaz de ver el aspecto de la persona en la distancia, pero sólo vio un par de alas blancas en el otro lado, haciendo que su mente involuntariamente recordara al par de pequeñas alas en la puerta de la escuela primaria.

He Xile estaba pensando sin más, cuando el hombre pájaro batió sus alas y se acercó a él.

Era alto, cerca de tres metros y medio, de pie frente a He Xile, como una pequeña montaña, un par de alas casi cubrían el cielo, y cuando estaban plegadas, lo envolvía a él y a He Xile.

La distancia era un poco estrecha, y la postura un poco extraña, pero He Xile no estaba preocupado.

Este es el mundo de los sueños. Salvo el miserable fantasma, y la trama de encontrarse de repente con una inodoro porque no podía aguantarse, nada más podía hacerle daño.　　

He Xile ladeó la cabeza, mirando con curiosidad al hombre pájaro.

Él era muy guapo, con rasgos tridimensionales y un par de ojos dorados claros. El pájaro miraba a He Xile desde una posición alta, sus ojos estaban un poco hundidos y parecía un ser sagrado.

A pesar de que este ya había escuchado antes el monólogo de He Xile, la expresión en el rostro del hombre pájaro no cambió mientras se presentaba — Humano. Hola, mi nombre es Austin. Soy el Dios que está aquí para guiarte en tu camino.

Cuando habló, la voz del hombre también era muy etérea.

Sin embargo....

¿Un Dios?

Mmmm.... ¿y guiarle en su camino?

Ante esto, no le extrañó que estuviera soñando y sintiera muy clara su conciencia.

He Xile adivinó que esta persona debía tener una característica secundaria muy parecida a Cang Long, y quizás tiene la habilidad de volar, y aparecerse en los sueños de otras personas para manipularlas.

Pero, ¿cuál era la intención de este tipo de entrar en su sueño?

He Xile miró de arriba abajo al hombre pájaro que tenía delante, recordando al "Birdman" que su majestad maldijo en una ocasión.

—¡Realmente es un hombre pájaro! – Pensó alocadamente mientras se daba cuenta de repente — ¿Así que es un Dios ja.... de verdad? – Dijo extendiendo la mano y tocando suavemente las alas de la otra parte.

El tacto de las plumas de ave era bastante similar al de la niña pato que había conocido en la escuela.

Error.

Los conductos radiculares en las plumas eran demasiado obvios, y el tacto ni siquiera era tan bueno como el de Yaya.

Tsk.

He Xile sintió disgusto en su corazón, pero en su cara, cooperó con una expresión reverente.

—¡Cielos!, ¡no pensé que en mi vida sería capaz de tocar las alas de un Dios!

—Así es, humano – Un atisbo de compasión coloreó sus ojos mientras decía — Dios ama al mundo, y yo aparecí aquí para responder a las expectativas de la gente y cumplir sus sueños. ¿Qué deseos tienes? Puedo cumplirlos todos para ti.

Mientras hablaba, la voz de Austin parecía tener algún tipo de poder mágico, portadora de un significado convincente que hacía que la gente quisiera confiar.