¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La puerta de su apartamento se cerró con un fuerte "clic". Otra noche volvió a casa más tarde de lo esperado. Carlos resopló mientras se adentraba más en la casa, tirando su bolso al suelo y desabrochando ansiosamente las correas de su chaleco táctico. Sus zapatos, junto con todo su equipo de trabajo, quedaron tirados en el suelo mientras el cansado soldado entraba en la cocina con poca luz. Estiró los brazos por encima de la cabeza con un suave gemido mezclado con un bostezo. Sus músculos se sentían pesados por tener que cargar constantemente equipo pesado todo el día.
Otro gemido salió de sus labios cuando lentamente abrió el refrigerador, agarrando una botella de agua de uno de los estantes. El líquido frío se sentía maravilloso corriendo por su garganta reseca, enfriando su cuerpo acalorado antes de beberlo todo de un solo trago. Tanto física como mentalmente agotado por el día, Carlos no se dio cuenta de la presencia de otra figura detrás de él.
"Nunca me di cuenta de lo bien que se ve tu trasero en esos pantalones". Tú hablaste. Tus brazos estaban cruzados mientras te apoyabas contra el mostrador, sonriendo mientras observabas su cuerpo congelarse. Carlos se río por lo bajo antes de girar la cabeza para mirarte, "Y hola a ti también". Saludó, aunque su voz era ronca y rasposa. Lentamente cerró la nevera detrás de él. Caminando hacia ti, prácticamente te atrapó entre él y el mostrador. Bajó la cabeza para depositar un suave beso en tus labios. "¿Te gusto en uniforme?" Levantó una ceja, levantando su cabeza de la tuya para mostrarte una sonrisa cansada.
"Sabes que si." Respondiste con una sonrisa de suficiencia, envolviendo tus brazos alrededor de su cuello. ¿Cómo podría alguien resistirse a un hombre fornido que lleva ese uniforme noir anticuado?
Estabas prácticamente babeando al verlo. Una risa profunda se le escapó por tus palabras. Alejándose un poco de ti, Carlos pasó un brazo alrededor de tu cintura y te besó una vez más.
