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Advertencias: NSFW, sexo vaginal, creampie,𝐥𝐞𝐯𝐞 𝐬𝐞𝐱𝐨 𝐨𝐫𝐚𝐥, aftercare.
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"¡Suéltame!" ____ pateó y gritó mientras los aldeanos enloquecidos la arrastraban por lo que parecía un camino empedrado, sus botas arrastrándose ruidosamente mientras trataba de liberarse de sus garras. "¡Bastardos! ¡Quítate de encima de mí!" No podía ver nada, le habían puesto una bolsa oscura sobre la cabeza cuando la agarraron. Estaba lamentando su decisión de asumir esta misión. Quienquiera que necesitara su ayuda definitivamente iba a tener un oído lleno si alguna vez salía de aquí.
"¡Déjame ir!" Intentó hablar español, uno de los aldeanos respondió golpeándola bruscamente en el costado con el mango de lo que parecía una horca, dejándola sin aliento.
"¡Silencio, ofrenda!" Una voz masculina tronó en su oído. ¿Ofrenda? Qué demonios. Escuchó una gran puerta de madera que se abría de golpe y sintió que sus botas ahora se arrastraban por los viejos pisos de madera. Continuó retorciéndose lo mejor que pudo, pero había demasiados aldeanos sosteniéndola. Después de ser llevada por lo que parecía un largo pasillo, todos se detuvieron, otra puerta sonó como si estuviera siendo desbloqueada y abierta.
"Disfruta tu última noche con vida, niña..." La misma voz masculina gruñó en su oído mientras le quitaban rápidamente la bolsa de la cabeza y los aldeanos la arrojaban por una trampilla en el piso de lo que parecía ser una gran mansión. "¡Maldita sea!" ____ gritó, tratando de ponerse de pie rápidamente, pero ya era demasiado tarde, la puerta se cerró de golpe sobre ella, arrojando oscuridad sobre la habitación subterránea. Saltó y trató de empujar las puertas para abrirlas, sin éxito.
"Ni siquiera te molestes..." Escuchó la voz masculina hablar suavemente detrás de ella. "Esta demasiado alto y lo cierran desde afuera de todos modos". La voz sonaba molesta.
"Espera..." dijo ____, hurgando en su chaleco para encontrar una linterna. "¡¿León?!" Ella jadeó cuando encendió la linterna, viéndolo sentado contra una de las paredes en el piso. Estaban en un sótano muy abierto con paredes y pisos de tierra, amueblado con una mesa y sillas, una cama y algunos baldes que solo podía suponer que estaban destinados a ser utilizados como baños. Ella se encogió ante la idea.
