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Habías estado anticipando el regreso de Ada a casa después de que se fuera a cumplir misiones en su trabajo, lo que te llevó a holgazanear y descubrir qué podías hacer para entretenerte mientras esperabas su llegada. Te llenó de alegría cuando recibiste una llamada de Ada una noche diciendo que volvería a la mañana siguiente. Rápidamente recogiste la casa para asegurarte de que estaba limpia e impecable. Más tarde, esa misma noche, no pudiste dormir porque estabas llena hasta los topes de la emoción, pero finalmente sucumbiste al cansancio y te quedaste dormida.
Te despertaste al escuchar un movimiento de pies proveniente de otra habitación y miraste el reloj en la mesa auxiliar. '¿3:07 AM?' Pensaste que te habías olvidado por completo de que Ada regresaba de la distorsión del despertar. Escuchaste el repiqueteo de botas al suelo y, finalmente, pudiste escuchar el arrastrar de pies detrás de ti y sentiste una presencia cómoda pero fuerte acurrucándose contra ti. Los brazos se abrieron paso alrededor de tu cintura y podías sentir el calor del aliento bajando por tu cuello, haciéndote estremecer. Podías oler el suave aroma del perfume llenando tu nariz y te giraste para acurrucarte en el pecho de Ada. Escuchaste una pequeña risita y tus ojos se abrieron cuando te diste cuenta. Te levantaste cuando Ada se sentó a tu lado, una suave sonrisa se dibujó en su rostro y saltaste hacia adelante, envolviendo tus brazos alrededor de ella, sin sentirte cansada ya que habías recobrado el sentido.
"¿Cómo has estado mi amorcito?" Ella susurró suavemente en tu oído, su mano jugando a través de mechones de tu cabello en el proceso.
Te tomaste un momento para procesar la pregunta "Te extrañé..." Respondiste, presionando tu nariz en el hueco de su cuello y pudiste escucharla tararear en respuesta a esto. Te sentías cálida y contenta, además de seguro ahora que ella estaba aquí a tu lado, frotando suavemente en círculos tu espalda mientras te relajabas bajo las suaves puntas de sus dedos.
