¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Raccoon City era un infierno, pero al menos la vida nocturna era buena; Por así decirlo. La ciudad albergaba decenas de bares, discotecas y edificios "recreativos". No era Nueva York, pero al menos había muchos lugares para emborracharse.
Eso es lo que te dices a ti misma de todos modos. Eras nueva en la ciudad, debido a que comenzarías tu nuevo trabajo en unos días; fue un nuevo comienzo para ti, uno bienvenido. Te habías aburrido hasta la médula tratando de encontrar cosas que hacer durante el día, tratando de matar el tiempo entre ahora y el comienzo de tu trabajo. Es más fácil decirlo que hacerlo.
Te sentaste en tu tercer bar de la noche, no estabas borracha, solo estabas tratando de encontrar un lugar en el que valiera la pena quedarse. Hasta ahora, las dos inmersiones en las que había estado anteriormente fueron un fracaso, pero tenía la esperanza de que esta tercera opción fuera mejor. Estabas a una corta distancia a pie de tu nuevo trabajo, así que si te sirvió de algo, pensaste que podría pasar por aquí después del trabajo algunas veces.
Haces rodar tu botella de cerveza por el cuello de esta, sujetándola con dos dedos perezosos. Tu cabeza descansa en tu otra mano mientras miras alrededor de la barra. Has estado aquí durante media hora y hasta ahora no estaba muy impresionada.
"Disculpe", una voz suave viene detrás de ti, "¿Puedo invitarle a una bebida?"
Te das la vuelta, recostándote en la barra de forma casual. Frente a ti estaba un hombre alto, rubio, guapo, con ojos azul fuerte que estaban enfocados en ti. Por lo general, dirías que no, pero él era lo suficientemente bueno como para que estuvieras interesado.
