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Durante unas dos décadas, Christopher Redfield ha dedicado su vida a erradicar el uso de armas biológicas. Durante dos décadas, Christopher Redfield ha perdido unidad tras unidad. Ser testigo de la muerte de más de una docena de personas por misión. ¿Cuándo termina todo? ¿Cuándo podrá Christopher Redfield finalmente dejar su arma y dejar atrás esta vida? Dejar esa parte de él que murió cuando tú lo hiciste y dejarla descansar, tal como tuvo que hacer con la mujer que se llevó su corazón a la tumba con ella.
"¡Oye, Chris! Sólo quería llamarte y hacerte saber que no deberías preocuparte por mí. No sé cuándo escucharás esto, pero te amo. Vuelve a casa sano y salvo, ¿vale? ¡Ah, y Leilani tuvo a su bebé el martes! ¡No puedo esperar a conocer al pequeño apestoso! Muy bien, te dejaré volver a tu trabajo, macho. Te amo."
Sonabas tan tierna a pesar de preocuparte por tu novio. Chris nunca te contó la verdad detrás de sus trabajos y sus constantes desapariciones y, de alguna manera, siempre tuviste fe en él. Nunca supo realmente por qué e incluso hasta el día de hoy, Chris no entiende de dónde vino tu fe en él. Claire le dijo que era porque lo amabas. Amabas tanto a Chris que pusiste una fe ciega en él. Loco, ¿verdad?
Quizás por eso Chris nunca se sintió solo contigo. Podrías estar en países separados y tus pequeños mensajes de voz y mensajes de texto harían que Chris se sintiera como si estuvieras junto a él. A veces el hombre pensaba que eras una bruja en ese sentido. Le pusiste una especie de hechizo a Chris, haciéndolo incapaz de vivir y olvidarse de ti. Una maldición, porque ahora Christopher Redfield está sobreviviendo, no viviendo. Ha tenido que sobrevivir antes, pero esto es diferente. Ya no tiene a esa persona especial esperándolo. Chris lo perdió todo el día que moriste.
Se suponía que no iba a pasar, no. No si Chris pudiera hacer algo al respecto. Y lo intentó. Realmente intentó salvarte. Chris hizo todo lo posible para ponerte a salvo, pero no fue suficiente. Terminaste convirtiéndote en los mismos monstruos que él había matado innumerables veces antes. El corazón de Chris se rompió, se hizo añicos... se desintegró. El futuro que había estado dando vueltas en la mente de Chris durante meses desapareció. El hilo rojo invisible que conectaba vuestras almas fue cortado. Chris perdió a su amor, la mujer que acariciaba su corazón, manteniéndolo cálido y acompañado.
