Capítulo 19. Espera, Valen.

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El dolor de cabeza que tuve al día siguiente al despertar creo que fue lo peor de mi vida. 

Abrí los ojos lo más despacio que pude, porque sentía que me dolían también, y me giré levemente hacia un lado. Entonces fue cuando me di cuenta de que tenía a Gavi delante. 

-Mierda... -murmuré bajito. 

Me llevé una mano a la cara, tratando de recordar qué era lo que había pasado entre nosotros, rezando para no haber caído una vez más. 

Sin embargo, al instante me di cuenta de que Gavi estaba durmiendo en ropa interior, y yo solo con una camiseta. 

-No me jodas... -suspiré de nuevo. 

Traté de levantarme despacio, para no despertarlo y para que todo dejara de dar vueltas a mi alrededor, pero no tuve casi fuerzas, y todavía las tuve menos cuando Gavi pasó su brazo por encima de mi abdomen, acercándome hacia él. 

Mordí mis labios hacia el interior y esperé quieta durante unos segundos, para ver si se volvía a dormir, aunque no pareció hacerlo. 

-¿Cómo te encuentras? -preguntó con una voz ronca sin abrir los ojos. 

Yo dirigí la mirada hacia él y me quedé observándolo. 

-Bien. Creo -acerté a decir. 

Abrió los ojos y suspiró mirándome. 

-Esto... ¿Qué pasó? -hablé casi sin voz. 

-Nada, solo bebiste de más -contestó tranquilo. 

Asentí y él me soltó. 

-¿Hemos...? 

-Joder, Valen, no soy así -se apresuró en negarlo. 

-Perdón -lo miré inocente. 

Negó con la cabeza y se incorporó un poco. Me observó como queriendo decir algo, pero finalmente no lo hizo, cosa que agradecí, porque en ese momento no sabía ni en qué planeta estaba.

-Voy a ducharme -se levantó del todo. 

Asentí desde la cama y lo seguí con la mirada hasta que entró al baño. 

-Madre mía... -suspiré para mí misma. 

Me quedé larga en la cama, tratando de recordar la noche anterior, pero me era imposible. Me venían a la mente un montón de flashbacks y también cosas muy raras que había soñado a lo largo de la noche. 

Me revolví varias veces, intentando distinguir lo real del sueño, pero me era imposible. 

Cogí el móvil y vi que era la una del medio día. 

-Pff... 

Tenía varios mensajes de Pedri pero no me apetecía leerlos en ese momento, ya hablaría con él luego. 

Me levanté un poco y me apoyé con la espalda en el cabecero, mirando a un punto fijo, haciendo que el alcohol me bajara de una vez por todas del cerebro. 

En ese momento Gavi salió del baño con una toalla enroscada en la cintura y el pelo mojado. 

Lo que me faltaba.

No sabía si debía preguntarle algo de la noche anterior, porque no sabía lo mucho que la había cagado. Quizá era mejor esperar a hablar con Pedri y que me guiara un poco. 

-Voy a la habitación de Pedri a por algo de ropa, ¿Quieres algo? -me miro el sevillano. 

-No, no. Ya iré luego, gracias -contesté sin despegar la vista de él. 

Olas de intensidadWhere stories live. Discover now