Capítulo 33. Dame un beso.

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*NARRA VALENTINA*

Después de estar un poco hablando con mis amigas y David, me di la vuelta para buscar a los chicos, quienes parecían haberse reunido todos en el porche. 

-Vamos para allá también, o qué -miré a mis amigas. 

-Ah, sí, sí, claro -sonrió Inés. 

-Yo ahora voy, tengo que hacer una llamada -avisó David, a lo que asentimos. 

Nos dirigimos hacia los futbolistas, quienes se esparcieron un poco cuando llegamos, como yéndose cada uno para un lado. 

-¿Qué estáis tramando? -pregunté cuando vi que ninguno decía nada. 

Todos negaron casi a la vez con la cabeza, cosa que hizo que dudara un poco de la respuesta. Aunque supuse que sería algo relacionado con el cumpleaños, así que no le di más importancia. 

Mis amigas se fueron sentando, y también los chicos, menos Gavi, quien estaba apoyado en un pilar que había un poco más alejado, observando la situación. 

-Hey -me acerqué sonriente-. Creo que tenemos que hablar -alcé un poco las cejas, pues había sido el que había montado todo eso, y yo no me lo esperaba para nada. 

-¿De? -me miró algo serio. 

-¿De? -repetí incrédula. 

-Mira, Val, ¿No pasa nada, vale? Si es importante para ti, pues... -se encogió de hombros-. No puedo hacer nada contra eso, supongo. 

Yo fruncí el ceño y me quedé observándolo. 

-¿Qué? -pregunté confusa. 

Tomó aire y se acercó un poco más a mí, mirándome a los ojos y bastante tenso. 

-Aunque me hubiera gustado que me lo contaras -soltó entonces-. Pensaba que entre tú y yo había más confianza.

-Vale, no estoy entendiendo nada -lo analicé rápido. 

Suspiró y negó con la cabeza dirigiendo la mirada hacia otro lado, para después volver a mí. 

-Creía que estábamos volviendo a ser nosotros, pero ya veo que me equivocaba... -dijo casi en un suspiro. 

Fui a hablar, pero su móvil comenzó a sonar en el bolsillo y yo me quedé quieta. 

-Perdona -murmuró y lo sacó para descolgar y alejarse de mí, desanimado y obviamente cabreado. 

Elevé las manos como diciendo "¿Qué acaba de pasar?" y me di la vuelta hacia los demás, bastante confundida. 

Volví al porche y me senté frente a Pedri y al lado de Inés, quien contaba de lo más contenta su experiencia en el Erasmus. 

Traté de escucharla, y aunque lo conseguí un rato, desistí al ver cómo me observaba Ansu.

-¿Por qué me miras así? -dirigí la mirada hacia él. 

-¿Así cómo? -alzó las cejas. 

-No sé, como si trataras de leerme la mente o yo qué sé -fruncí el ceño.

-Es que es lo que estoy intentando -sonrió levemente. 

Negué con la cabeza sin hacerle caso, y justo vi cómo David se dirigía hacia nosotros, a lo que me levanté para presentarlo, ya que los chicos no lo conocían aún. 

-Bueno, solo voy a decir, que os voy a presentar a la persona que más quiero en el mundo entero, y la más importante para mí que ha existido y que existe -sonreí acercándome a él, para cogerlo del brazo. 

Olas de intensidadWhere stories live. Discover now