Montamos al coche de Gavi, y a mitad de camino hacia su casa recibió una llamada.
-Dime, Ferrán -puso el manos libres.
-Hey, ¿Estás haciendo algo? -preguntó el otro.
-Estoy yendo a casa, ¿Por? ¿Necesitas algo? -el sevillano miró la pantalla del móvil rápido.
Unos segundos de silencio prevalecieron en el aire, y se escuchó un suspiro algo cortado.
-¿Puedes venir a mi casa? -murmuró después Ferrán.
-Mm, pues es que estoy con Valentina -me miró Gavi.
-Ah... -balbuceó con un tono tristón.
-Déjame en mi casa y ve, tranquilo -hablé bajito hacia el sevillano.
Frenó en un semáforo y me miró negando con la cabeza como con pena, a lo que yo le hice una seña como de que fuera.
No sabía qué le pasaba a su amigo, pero desde luego que se notaba que no estaba bien, y no quería que por mí Gavi no pudiera ir a estar con él y ayudarlo en lo que fuera.
-Bueno, pues es igual... -suspiró Ferrán-. Ya hablaremos.
Yo chasqueé la lengua y después de mirar la pantalla miré de nuevo a Pablo, quien ponía cara de circunstancia.
-Dejo a Valen y voy, dame 15 minutos -informó girando en dirección a mi casa.
-Vale, tranquilo, gracias -respondió Ferrán al instante-. Siento haberos jodido el plan, Valen -añadió después.
-No es nada, hombre -sonreí levemente sin que me viera.
Nos despedimos de él acto seguido, y tomé aire después de que Gavi colgara.
-Parece que tú no me has echado tanto de menos -murmuró dirigiendo una mirada rápida hacia mí.
-¿Por? -fruncí el ceño mirándolo.
-No sé, muy rápido has aceptado que vaya a casa de Ferrán y no me quede contigo -alzó un poco las cejas.
Solté una risita y llevé mi mano a su nuca para acariciarla con las uñas.
-Es porque me sabía mal, se notaba que no estaba bien, quizá le haya pasado algo -me encogí de hombros.
-Pues que habrá discutido con Sira, para variar -resopló.
-Bueno... -suspiré sin saber qué decir.
Negó con la cabeza y yo dirigí la mía hacia el frente, para mirar a la carretera mientras seguía con la mano en su nuca.
Al cabo de un rato llegamos frente a mi casa, y justo al instante de parar, Gavi bloqueó las puertas del coche.
-¿Qué haces? -me giré hacia él frunciendo el ceño.
-Asegurarme de que no te vas a bajar sin darme un beso -sonrió con superioridad.
Sonreí levemente y alcé las cejas.
-Ah, o sea, que tu forma de conseguir que te de un beso es obligándome -supuse divertida.
Se encogió de hombros como sin solución y yo negué con la cabeza.
Me quité el cinturón y giré todo mi cuerpo hacia él, acercándome despacio, llevando mi mano izquierda a su mejilla, y repasando su cara a la vez que él repasaba la mía, para después fijar sus ojos sobre mis labios. Esbocé una media sonrisa, y cuando apenas quedaban unos centímetros de separación entre nuestras caras, llevé mi mano derecha en un movimiento rápido a su puerta, para pulsar el botón de desbloquear y darme la vuelta hacia la mía abriéndola de golpe para después salir con rapidez.
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Olas de intensidad
FanfictionA veces no se conoce a una persona de la forma más bonita, pero lo importante es lo que pasa después. Justo eso es lo que ocurre con Valentina y Gavi: el principio no es lo más agradable, pero sí lo son las coincidencias de después, cuando ella ter...