~• Capítulo 3 •~

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Mazikeen

18 de diciembre de 2015

Estaba en mi habitación después de haberme duchado pensando en todo lo que había pasado.

Llevaba puesto mi mono de motera, de cuero negro con los guantes, echaba de menos montarme en una moto. Llevaba mis botas de cuero con un gran tacón.

Le estaba dando vueltas a la cabeza de como advertir a la zorra racista esa, quiero que tenga tanto miedo que se haga pis encima y no vuelva a tocarme el coño. Además, quiero vivir sola, no quiero estar en esta gigante mansión que me ahoga.

Me levanté de la calma para ir a ver a mi padre, este estaba en la cocina mirando su teléfono.

— Señor mayor — llamé su atención, tenía su expresión un toque de fastidio

— Niña, tengo cuarenta y tres años, no te pases — volvió su vista al teléfono — ¿Qué quieres?

— Quiero que dejes que me aloje en uno de tus apartamentos, no quiero quedarme aquí.

— ¿No quieres estar con tu querido padre que llevas meses sin ver? — levanta una ceja. Él y sus dramas.

— Llevo meses sin verte porque en Estados Unidos te buscan y no es por eso, es esta mansión que es demasiado grande para mi gusto. Con un apartamento pequeño me vale — el ama los lujos, y las casas grandes, yo no.

Suspira pesadamente, saca una llave con un pequeño llavero de una cruz como el de su collar, él y su amor a Dios. Me lanzo estás, las agarré en el aire — Toma, no te metas en líos, que te conozco.

Puse los ojos en blanco — Sebastián González, me conoces perfectamente y sabes que lo que me digas me importa entre cero y nada.

Volví a mi habitación sin dejar que él respondiera y agarrar mis maletas que no había desecho, menos mal.

Bajé dejando estás en el coche — ¿Y mi moto? — pregunté sabiendo que su presencial estaba detrás de mí.

— En el garaje, ¿por qué?

Me giré — ¿En serio preguntas por qué? — levanté una ceja — Quiero irme con mi bebé.

— ¿No es mejor que te lleven mis hombres?

— No, quiero llevarme mi moto. Si me mandas la ubicación iré y tus hombres vengan detrás de mí, que suban mis maletas al piso y que vuelvan — caminaba hacía el garaje y el venía detrás de mí.

Maze, necesitas protección — esas palabras hicieron que me girará.

— ¿Yo? ¿Protección? — comencé a reír a carcajadas — Que chiste más bueno.

— No lo digo en ese sentido, eres mi hija y si yo estoy en peligro tu también.

— Soy Mazikeen González los que están en peligro son ellos si quieren venir a por mí — reí, volviendo a caminar en dirección al garaje.

No lo he contado. Donde trabajamos mi padre y yo es una organización ilegal de la mafia que destruye las mafias de proxenetas, redes de pederastia, violadores en libertad de todo el mundo, y mi padre es el jefe de todo esto. Le vino de herencia de su padre, ha ido de generación en generación. La siguiente heredera sea yo, ya que soy su única hija.

— Es imposible contigo — suspiró indignado.

Entré en el garaje viendo una lona gris, por la forma sabía que era mi moto.

Quité está viendo una Yamaha YZF-R1 de última generación, negra con fuego blanco dibujado, con unas llantas increíbles.

— Como echaba de menos a mi bebé — me dije en un susurro.

Amor perverso [#II Saga emperadores de la mafia]Where stories live. Discover now