~• Capítulo 35 •~

1K 131 33
                                    

Nickolay

Octubre de 2019

Casi dos años han pasado desde la última vez que la volví a ver. Estoy desesperado por encontrarla.

Se ha estado escondiendo de mí, y del mundo. ¿Dónde estás, mi amor? Tú ausencia me ha vuelto loco.

Tan loco que no puedo parar de torturar a hombres que a la mínima me tocan los huevos.

Me he vuelto más cruel y sádico que antes, ahora soy un puto demente desesperado por encontrarte.

Intento calmar mi sadismo con mujeres. Soy un dominante que ata mujeres en una habitación y hace BDSM sin meter la polla.

He sido incapaz de follarme a otras mujeres, donde tiene que entrar mi polla es en tu coño, mi preciosa Barbie.

Todo esto lo pensaba mirándome al espejo de la bodega que había construido yo mismo después de haberme lavado la cara de la sangre de una de mis víctimas.

— Boss, —aparece Romanov interrumpiendo mis pensamientos.

— Tienes que ser muy importante para que me interrumpas, Romanov, —hablo con la voz ronca.

— Es la chica, no para de gritar sin que le hagamos nada. No para de exigir que quiere hablar contigo. —me asegura.

Kira lleva aquí encerrada desde hace un año y medio, no supo esconderse y la encontré en menos de dos meses.

No he ido desde que la atraparon, me he negado a verla por lo que casi me hace. Ella tiene la culpa de que ella se fuera.

Creo que es hora de que la estrangule. Paso por su lado directo a la sala de Kira. Cuando entré estaba atada con cadenas al techo, solo tenía una pequeña tela que cubría sus pechos. La acababan de lavar porque huele a limpio.

Camino hacia ella quedando frente. Me siento en una silla esperando a que levante la cabeza.

Cuando lo hizo viendo sus ojos azules arrugo la nariz con furia. No dejé que dijera ni una sola palabra cuando mi mano estaba en su cuello ahogándola.

— Por tu culpa ella se fue. Eres una de las mujeres más zorras que ha existido en este puto mundo, tu hermana mayor, Bella no se queda atrás. Sois iguales, —la suelto, dejado que respire.

Empieza a llorar, — Nick...— la agarro de las mejillas interrumpiéndola.

— Para ti soy señor Petrov, Nick soy para mí familia y mi futura esposa, esa se llama Mazikeen González, ella es la futura dama de la mafia roja, tu nunca vas a tener ese puesto. Zorra mal parida, —la suelto dejando que siga hablando.

— Por favor, dame una oportunidad, —decía llorando.

Levanto una ceja, — ¿qué oportunidad?

— Si me sueltas me iré, para siempre. No volverás a verme, os dejaré tranquilos a ti y a...ella —sollozaba, —por favor no me mates.

— Oh, no voy a matarte, por ahora. Primero la dama de la mafia roja tiene que verte y sentenciar si quiere que vivas o mueras. — Mi mirada era oscura.

— No, por favor. Te lo suplico. —lloraba desconsoladamente, antes esto me hubiera afectado, pero ahora no siento nada.

Les hice una señal a mis hombres con la mano para que la levantaran dejándola en el aire, —no me das pena, Kira. Vas a sufrir las consecuencias de lo que nos hiciste. — Saco un látigo, —te voy a torturar hasta que la encuentre.

Le di con todas mis fuerzas a su espalda haciéndole grandes marcas y que gritará. Le di en la espalda, trasero y muslos.

Un hombre entrando de golpe interrumpió tortura haciéndome enfadar, — Boss.

Amor perverso [#II Saga emperadores de la mafia]Where stories live. Discover now