~• Capítulo 17 •~

1.2K 124 28
                                    

Mazikeen

29 de diciembre de 2015

Desperté en un abismo de mareos continuos, como si estuviera muy borracha, no recuerdo exactamente qué pasó solo vi a mi padre y a Nickolay en una habitación que no conocía.

Aun así, la oscuridad volvió quedándome otra vez dormida.

Mis ojos se abrieron al darme en toda la cara los rayos del sol y el dolor de mi hombro crecía pasando los segundos, sé que puedo aguantar he tenido dolores peores.

Miré a mi alrededor sin saber en qué puñetera habitación estaba, para nada era una habitación de hospital o mi habitación.

Notaba el calor a un lado de mi cuerpo, un peso agradable. Llevé mi vista hacía esa dirección viendo una gran espalda que me costaba un poco reconocer, ¿anoche me acosté con un hombre guapo?

Recordé lo que pasó anoche al instante y supe que era Nickolay por el tatuaje de alas que tiene en las cervicales.

Levanté mi torso rápidamente sin dejar de mirarle con los ojos muy abiertos, fruncí el ceño, ¿qué narices hace este pendejo durmiendo conmigo? Lo voy a matar.

"Mátalo, sabe tu secreto"

La voz de mi cabeza hizo que me impulsará ha asesinarle.

Con mi brazo bueno agarré un cojín y le golpeé en la cabeza con todas mis fuerzas, ver que no se inmutó me enfureció más.

Me subí sobre él viendo como dormía tan tranquilo — Te voy a sacar las entrañas y se las daré a tu hermanito mayor de comer — gruñí en un susurro con mi sonrisa de psicópata.

Muevo mi brazo dejando el peso del cojín sobre su cabeza, poco a poco fui haciendo fuerza. Sentí un pequeño espasmo debajo de mí, poco a poco está despertando.

Estoy desando ver y sentir como desea respirar, ser golpeada por su lucha a vivir. Ya me imagino todas sus vísceras en un gran plato, ver una pistola apuntado a la cabeza del rey de la mafia siendo obligado a comerse a su propio hermano.

Sí, estoy muy loca. No sabéis cuanto me estoy conteniendo, juro que lo hubiera hecho, pero el nombre de "Sebastián" vive en mi cabeza.

No he destruido todo a mi alrededor por él, pero voy a disfrutar viendo como él sufre asfixiado.

Su cuerpo comenzó a moverse cada vez con más fuerza. Mi sonrisa se ampliaba al ver como luchaba por vivir, pero he de admitir que él tiene más fuerza y acabará tumbándome, aún más estando herida.

Si él es luchador, yo lo soy el doble.

Empezó a golpearme con una fuerza que jamás había sentido en un hombre. Me estaba haciendo mucho daño, pero puedo soportarlo.

Se giró con tanta fuerza que no supe verlo, me agarró de la cintura tirándome de la cama volando en el aire. Qué fuerza.

Mi espalda chocó contra el suelo saliendo de mi boca un quejido de dolor, casi me rompe la columna. Lo tengo bien merecido por intentar matarlo de esta forma.

Mi mirada fue a él, estaba sentado cogiendo aire. Se percató de lo que había pasado su mirada fue directa a mí con lo poco que pude ver. Estaba tratando de levantarme.

Mi mano se apoyó en el suelo de madera, no pude mover nada más porque una mano sobre mi nuca paró mis movimientos, con un movimiento de muñeca me obligó a mirarle.

Su mirada daba terror, en algo se tenía que parecer a su hermano — ¿Qué coño estabas haciendo? — me pregunta con el ceño fruncido, jamás había visto una mirada tan terrorífica en un Petrov.

Amor perverso [#II Saga emperadores de la mafia]Where stories live. Discover now