~• Capítulo 41 •~

1.3K 103 39
                                    

Nickolay

Estaba en el jet dándole vueltas a la cabeza. Ahora tener un hijo se me hace imposible con lo que tenemos encima. Necesito a mi mujer en condiciones, lo último que quiero es que por estrés tenga un aborto o peor, que la secuestren y le provoquen un aborto estando débil. No es el momento, ahora no.

Miraba por la ventana estando muy tensado. Ella no había abierto la boca después del ataque.

Pude observar la de reojo y ella estaba al otro lado mirando la ventana con un vestido ajustado a su cuerpo perfecto de manga larga, corto en la falda por la mitad de sus muslos y cuello alto, botas altas hasta sus rodillas de tacón alto, su cabello suelto.

Algo está pensando, no sé qué podría estar pasando por su cabeza, nunca se lo que piensa, no es muy expresiva que digamos.

Le dejaré su tiempo para que piense lo que quiera que sea, no quiero presionarla.

— ¿Por qué no me lo dijiste desde el principio lo que estaba pasando?, —pregunta a la vez que me mira cortando la tensión que había en el ambiente.

— Quería que disfrutaras del resto de la boda y de la luna de miel sin preocupaciones. Te lo iba decir después de la luna de miel, pero los serbios se me adelantaron. Lo sien...

— Lo entiendo, —dice interrumpiéndome con tono suave. — No me hubiera gustado que tuvieras solo está presión y es lo que me cabrea. No vuelvas a estar sufriendo tanta presión solo, Nick.

— Entiendo tu preocupación, Maze, pero no estoy solo en esto, mi primo también está involucrado porque se lo está encargando de todo esto por el momento. — Me paso la mano por la cara. Espero que Damon nunca se entere de lo que está pasando.

Si mi hermano aparece por cualquier motivo estoy jodido. Ella se irá y yo me quedaré solo otra vez.

Veo que se levanta y se acerca, —da igual que tú primo este con ellos, —se sienta en mi regazo y se acurruca en mi hombro mientras que su mano jugaba con mis collares, —estabas torturándote solo mentalmente cuando podrías haberme dicho todo lo que estaba pasando y te hubiera ayudado sin interrumpir nuestra luna de miel, las cosas serían diferentes ahora.

— Tienes razón, —paso mi brazo por su cintura, —lo siento, —le besó la cabeza. — Ahora lo sé para la próxima vez.

— Espero que no haya una próxima vez.

— En este mundo por desgracia no es posible.

Escucho como suspira por la nariz quedando en silencio. Nada se podía arreglar, solo afrontar esta mierda.

Le besó la cabeza. Nos quedamos en silencio, un silencio que es cómodo, solo se escuchaban las cadenas de mis collares.

El viaje es de veintitrés horas y veinticinco minutos de media, hay una gran distancia en estos dos países. Durante el viaje paramos en un aeropuerto para estirar las piernas.

— Odio los vuelos desde tanta distancia, —dice molesta.

Estaba más desesperada que yo en llegar, —yo también, es lo que tiene salir de un país que a otro que está al otro lado del mundo, —digo acomodándome en mi asiento.

La estaba viendo muy desesperada e irritada, sin embargo, yo estoy muy tranquilo, soy muy paciente, al contrario que ella que tiene la paciencia justa para vivir.

Después de comer y estirar las piernas volvimos al jet y nos acostamos en la cama abrazados el uno al otro. Dormimos el resto del viaje y sobre todo agradecí que ella no tuviera otra de sus pesadillas.

Amor perverso [#II Saga emperadores de la mafia]Where stories live. Discover now