~• Capítulo 40 •~

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Nickolay

Miraba por la ventana mientras el jet aterrizaba en la pista. Ella seguía dormida, me daba mucha pena despertarla, por lo que la llevaré en brazos hasta el coche.

Me puse en pie con cuidado quitando la manta de en medio, ella ni se inmuta cuando pasó mi brazo por debajo de sus rodillas. Le beso la frente.

Salgo del jet con cuidado. Un coche nos esperaba junto con mis hombres. Entro en los asientos traseros con ella en mi regazo.

Camino a nuestra luna de miel ella se mueve despertando, se estira, —¿ya hemos llegado?, —dice medio dormida.

— Sí, hace un rato.

— Estupendo, — se abraza a mi cuello y me besa la mejilla con suavidad.

— Sigue durmiendo, —miro las calles, ya estaba amaneciendo, nueve horas de vuelo desde Estados Unidos a Brasil.

Ella niega, —he dormido las nueve horas del viaje, estoy más que descansada, ¿tú has dormido? — Me mira.

Niego, —últimamente me es imposible dormir, —y más ahora que los serbios pueden atacarnos en cualquier momento.

— ¿Qué es lo que pasa por tu cabeza? Ayer te fuiste de repente, ¿está pasando algo que no me has contado?, —dice preocupada.

Vuelvo a negar, —no, solo es trabajo. — Se lo diré, pero no quiero que se crea inmortal y vaya a por los serbios solita, la conozco.

— Deja de pensar en el trabajo, estamos de luna de miel y hay que disfrutarlo al máximo, solo estaremos dos semanas. — Acaricia mis mejillas con sus pulgares.

Lo intentaré, debo de tener en cuenta que solo lo saben pocos de los nuestros y que estaremos seguros. Debo estar tranquilo.

— Cuando lleguemos dormirás, yo me quedaré cuidándote. — Me da un casto beso en los labios.

Sí, todo irá bien. Nickolay, todo está bien.

Llegamos a la cabaña donde pasaríamos estos quince días. Ella se adelantó siendo muy impaciente por ver el alojamiento.

Entró a paso lento viendo el salón impecable, menos por los pétalos de rosas esparcidos por el sofá, pasó por la cocina y llegó a la habitación donde estaba ella.

— Es súper bonito. Hay una piscina con una cama al lado y alrededor velas. Quiero que está noche me folles ahí. — Me mira con un gran brillo en sus ojos.

— Por mi te follaba ahora, —paso la mano por su cintura y le besó la parte superior de su cabeza.

Ella me aparta, —no, tú ahora tienes que descansar. Está noche hacemos lo que quieras. — Me empuja hacia la cama.

— Como quieras, —si me niego me va a atar a la cama.

Me empieza a desabrochar la camisa. Me quedé quieto dejando que ella me deje en ropa interior.

Me posiciono boca abajo intentando relajar mis músculos, pero mi cabeza es tan traicionera que no paro de darle vuelta lo que pasa con los serbios.

Si llegamos a una tregua, ¿qué quieren ahora? Dudo que sea venganza porque hace cinco años que Goran aceptó las condiciones de mi hermano, ¿por qué ahora?

Unas manos masajean mis cervicales y en mi cintura el peso de un cuerpo. Maze me estaba haciendo un masaje, —estas muy tenso, relájate mi amor.

Suspiró profundamente relajando mi cuerpo, el sueño pudo conmigo. Entonces me quedé dormido.

Desperté en la tarde. Me he tirado toda la mañana durmiendo, ¿qué habrá hecho Maze durante todas estas horas?

Amor perverso [#II Saga emperadores de la mafia]Where stories live. Discover now