~• Capítulo 5 •~

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Maziqueen

20 de diciembre de 2015

Fue un vuelo largo con la presencia innecesaria de Nickolay.

Necesitaba vengarme de lo que me hizo anoche y Dios cada vez me atrae más sexualmente.

Mi orgullo estaba fallando y mi instinto sexual crecía casa momento que él estaba cerca de mí.

En la habitación a oscuras estaba con mi ordenador portátil. Desde donde estaba podía ver a Nickolay dormir.

O eso pienso, porque no para de moverse.

Creo que estaba buscando la postura adecuada para dormir, así que acabo de espaldas hacia mí a la otra punta de la cama.

Veía su espalda descubierta con unos pocos tatuajes, su hermano se nota que tiene muchos más que él.

Volví mi mirada al ordenador viendo cómo hacer el maldito plan. Está mafia es más jodida de lo que pensaba.

Primero debo infiltrarme, en eso necesito la ayuda del imbécil. Tiene que hacer de proxeneta y yo de prostituta a la que tiene que vender. De alguna manera les sacaremos dinero a esos cabrones.

Cerré el portátil. No podía dormir, me quedé abrazada a mis piernas. Las tenías pegadas a mi pecho.

Miré por un momento a la otra habitación, no volvió a moverse. Que bien, ya no me molestaban sus constantes movimientos.

Me levanté para comprobar de verdad si estaba dormido o no.

Caminé descalza despacio sin hacer apenas ruido, me asomé un poco viendo sus ojos cerrados y su respiración tranquila, hasta que vi una mueca de desagrado.

— Hasta durmiendo tienes mal humor — digo en un susurro.

Movió sus brazos abrazándose a la almohada, me pareció hasta dulce.

Acerqué mi cuerpo un poco más a él viendo sudor en su frente, me di cuenta de que estabas teniendo una pesadilla. Me vi reflejada en él.

Senté mi culo a su lado acariciando su hombro, se lo que es tener una pesadilla y de esta forma mi padre me consuela.

Me quité la camiseta del pijama, menos mal que llevaba el sujetador, aunque anoche me viera las tetas no las verá una segunda vez. Con este secaba su sudor.

Él abrió los ojos casi sin respiración, como asustado y al reaccionar así me asusté yo también — Joder, que susto.

— ¿Qué haces aquí? — dice levantando su torso con el ceño fruncido.

— Ayudarte. Estabas teniendo una pesadilla — digo con una ceja levantada.

— No te incumbe lo que me pase — dice con ojos desafiantes.

— ¿Soy amable por una vez contigo y así me lo agradeces? — fruncí el ceño.

Me dio la espalda — Vete de aquí — apreté con fuerza la camiseta.

La tiré por ahí levantándome de la cama — Mal desagradecido de mierda, eres amable con él y así lo agradece. Ojalá te mueras el día de mañana. Imbécil.

— Sí, sí. Cállate ya, puta barrio bajera.

— Mi coño lo disfruta y barrio bajera a mucha honra — me tumbé en el sofá.

No le soporto, no le aguantó. Quiero quitármelo de vista, no lo quiero más cerca de mí.

— Maldito gilipollas — digo en un susurro abrazando uno de los cojines.

Amor perverso [#II Saga emperadores de la mafia]Where stories live. Discover now