Amor perverso [#II Saga emperadores de la mafia]

~• Capítulo 14 •~

Nickolay

28 de diciembre de 2015

Desperté sobre saltado, casi no podía respirar. Otra vez la misma pesadilla de siempre.

Levanté mi torso apoyando mi espalda en el cabecero de mi cama pasando las manos por mi cara quitando parte del sudor — No soporto más esto — ese día me persigue desde el primer día que sucedió.

Miré la hora viendo que es las tres de la madrugada. Salgo de la cama, bajo las escaleras hacia la cocina viendo a Maze semidesnuda, tapaba sus pechos con su largo cabello castaño.

— ¿Maze? ¿Qué haces en mi casa? — estaba muy confundido de que ella estuviera aquí.

— Estoy aquí — se acercó a mi poco apoco de forma sensual — Porque me necesitas, he sido la única que te ha dado verdadero placer sexual — dice cerca de mis labios — Se lo mucho que me deseas, tenía que cuidar a mi hombre de su pesadilla — no pude pronunciar palabra porque nuestros labios estaban chocando.

Me encanta el sabor de sus labios, es tan adictivo que estaría eternamente besando sus labios. Creo que estoy obsesionado.

Acaricié sus caderas por encima de las bragas...

Desperté abriendo mucho los ojos. ¿Qué ha sido eso? ¿Tuve dos sueños en uno? ¿Qué me pasa? Levanto mi torso viendo en el reloj de mi mesita la hora, las tres de mañana como en mi sueño.

¿Y si ella está en la cocina ahora mismo? Tengo que comprobarlo.

Salgo de la cama bajando las escaleras directo a la cocina estando vacía. Sí, solo era un sueño. Sentí una gran decepción en mi pecho y no entendía el por qué.

Pasé mi mano por mi cara. ¿Por qué siento esta mierda?

Me eché agua en un vaso y lo bebí de un solo trago. ¿Por qué la deseo tanto? ¿Por qué deseo tanto tenerla atada en mi cama? Joder.

Frunzo el ceño con rabia. Quiero dejar de sentir esto, no puedo más.

Deje el baso en el escurreplatos volviendo a la cama. Me tumbé de lado cerrando los ojos.

De mi cabeza no salió ella. Cada parte de su cuerpo desnudo debajo de mí. Esposas en sus muñecas abiertas de piernas dejando que mi polla entre en ella.

Besaba sus labios con intensidad y pasión, con ganas de comerme todo de ella — Castígame — me susurra.

— Te haré sufrir por lo mal que te portas, Maze — digo pasando mis manos por detrás de sus muslos.

Le di la vuelta levantando su culo. Mordí uno de sus glúteos con fuerza hasta que salió un poco de sangre. La azoté con mi manos escuchando como gemía — Más fuerte, mi amor.

Sonreí — Eres mía y solo mía. Quiero que te quedé claro — volví a azotar con más fuerza.

Mi pene estaba levantado. Necesitaba que mi polla entrará dentro de ella.

Coloqué mi miembro en la entrada a punto de entrar en su coño.

Abrí los ojos viendo que ya era de día. ¿Ahora voy a soñar con ella? Esto es una pesadilla.

Pude ver que mi pene estaba erecto. Pasé las manos por mi cara apartando las sábanas.

Saqué mi polla. Si no calmaba esto lo iba a pasar mal, ella es la única mujer en este puto mundo que provoca esto en mí.

Nadie ha sido capaz de entrar en mi alma como lo ha hecho ella nada más de cruzar miradas y lo odio. Odio que me ponga duro, que entre en mis sueños como si nada.