El despertar de los mundos (Acabado)

1. Starting Soon

By Camila

Todos los lugares, habitados o no, tienen su gran historia, unas tristes o felices, algunas que con solo mentarlas levantas la nostalgia y tristeza de aquellos que la escuchan; desde luego este no es el caso de este pueblo, no, Goldenbridge está muy lejos de pertenecer a algo tan grandioso. Este sitio es pequeño, raquítico me atrevería a decir, siendo su único encanto el ser costero, infestado de residentes que pertenecen a las múltiples familias que solían vivir aquí antes, generaciones y generaciones de linajes familiares que caerán en el olvido cuando el último de estas tierras dé, con sus huesos, en una caja de pino.

Podría jurar con seguridad de que todo es viejo aquí, la gente, los edificios y las ideas de las personas, bueno, no, no todo, lo único que se podría clasificar como nuevo es el instituto, escuela de educación secundaria de Goldenbridge, ¿Ingenioso verdad? Destilamos creatividad por nuestros poros en este lugar, este, a pesar de tener ya 30 años erigido, es uno de los más recientes en este lugar de mala muerte, fue nuestro querido alcalde quien tomó como su labor personal el reformarlo para, según sus palabras, las nuevas generaciones. Bueno, puedo asegurar que estás generaciones no aprecian mucho el esfuerzo, porque este lugar sigue dejando mucho que desear.

Ya se puede sentir el aire frío colándose en los hogares, el verano ha llegado a su fin y Septiembre se hace paso con sus ramas peladas y hojas anaranjadas, comienza el nuevo año de escuela y todo el lugar es azotado con el ruido de un estridente y molesto teléfono que resuena encima de la mesilla. Vaciló un rato disfrutando de las suaves sábanas antes de tomarlo pero Daiani es más rápida y lanza un cojín desde abajo de la litera mientras se tapa los oídos por el molesto ruido. En vistas de la gran disposición de mi compañera por contestar la llamada, estiro mi brazo y tomo el teléfono.

- Buenos días, está usted llamando a Camila Nevesa, deje su mensaje después de la señal, piiiii... - digo con sorna, tratando de hacer el pitido lo más agudo que mi voz me permite.

- ¡Camila! Déjate de gilipolleces, son las 08:45 de la mañana, vais a llegar tarde a la presentación del último año. - La voz agobiada de Lisa suena al otro lado de la línea.

Mi cerebro tarda un rato en asimilar lo que nuestra amiga acaba de decirme pero enseguida reacciono, ¡Mierda! ¡La presentación del último año! Salto de la cama con velocidad sintiendo la ansiedad subirme por todo el cuerpo, lanzo la almohada que Daiani previamente azotó contra el móvil en la cara de esta causando que se levante con brusquedad y cara de pocos amigos.

- ¡¿Se puede saber que coño haces?! Estaba teniendo un magnífico sueño con Margot Robbie y me lo acabas de arruinar. - Si, por supuesto, esa tenía que ser su mayor preocupación por la mañana.

- ¡Vístete rápido, hay que llegar al instituto en menos de 15 minutos! - Chillo ignorando sus quejas.

- Un momento, ¿Nos hemos quedado dormidas? Te dije que no era buena idea pasar toda la noche viendo la saga completa de Harry Potter. - Reclama tratando de hacerme responsable de esta situación.

- Te recuerdo que fuiste tú la que insistió en ver Harry Potter. - La susodicha pone una mueca de burla y corre al baño para darse una ducha antes de salir corriendo de su casa, dirección a el instituto.

Corremos lo más rápido que nuestros pies nos permiten, hasta llegar a las puertas del viejo edificio, Lisa y Jackie nos están esperando en la entrada, una en su mundo, la otra con cara de angustia.

- Vamos deprisa chicas, está todo el mundo ya en el salón de actos - Jackie podría ser perfectamente la hermana gemela de Lisa de Black Pink pero con el cabello más largo y oscuro.

Con tan solo oírla se le nota el nerviosismo en la voz, no soporta llegar tarde a ningún sitio, siempre que hacemos quedadas es la primera en presentarse, es de esa clase de gente que lleva muy al límite el dicho de que a quien madruga dios le ayuda, aunque de momento no la he visto ser ayudada por ninguna divinidad de los otros mundos. Comenzamos a avanzar con velocidad y prisa por los pasillos de la escuela causando un estampido de pies y zapatos que se ve detenido por la profesora de Historia Contemporánea, tiene el pelo recogido en una coleta alta, algunas canas le resaltan por entre su cabello oscuro, sus ojos grises están tan apagados como su sentido del humor, nos mira cruzada de brazos con el ceño fruncido, si las miradas matasen estaríamos todas azotando el suelo en ese mismo instante.