4. La biblia

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By Daiani

¿Del 1 al 10 cuántos años es posible que me caigan si tiro a mi mejor amiga por la ventana del instituto? Lo pregunto para una amiga, no para mi, por supuesto, yo nunca le haría nada malo a Camila, a ese tan fácilmente rompible cuello que sostiene la cabeza que ha decidido arrastrarnos a la escuela de madrugada para pasar la noche de pijamada hasta la mañana siguiente. Yo no sé cómo es que siempre termino involucrada en estos meollos estúpidos, con lo bien que estaría yo ahora en la fiesta satisfaciendo mis instintos primarios con el cuerpo de Sophia, o de cualquier otra que se me cruzase la verdad, pero no, en vez de eso estoy paseando por los pasillos polvorientos que tan conocidos tengo después de años de estudios, aún recuerdo cuando tenía ganas de venir aquí, me duraron las ganas tres minutos, los que la profesora tardó en aburrirme dando clase de geografía.

- ¿No te podían retar a ir al cine a ver Oppenheimer? ¿Qué necesidad tenemos de estar aquí a estas horas de la noche? - Los lamentos de Jackie se hacen notar por los pasillos de la escuela, parece un alma en pena lamentando su injusta muerte.

Ahora eso es la última de nuestras preocupaciones, mientras caminamos en dirección al pabellón por idea de Lisa me vuelvo a encontrar con esos ojos que tan bien memoricé en la plaza, es la chica nueva, pero, ¿Qué hace en la biblioteca a estas horas? ¿A cuánta gente han retado a venir aquí hoy? ¿Y si se chiva de que estamos aquí nosotras también? No sé qué clase de persona es, aparte de atractiva, podría ser una chivata.

- Chicas, creo que hay alguien en la biblioteca y estoy segura de que nos ha visto. - Puedo ver como Cami empalidece, como le sigamos dando más alegrías en el día de hoy se nos va a acabar tirando por un puente para abajo.

Realmente digo creo por no alarmarlas, porque si nos hubiésemos mirado más fijamente la nueva y yo nos habríamos zambullido en las pupilas de la contraria, decidimos separarnos en dúos, ya que si le metemos más tensión en las venas a Jackie se nos va a morir, así que las chicas van al pabellón mientras que Camila y yo nos vamos a la aventura, no porque ella quiera, sino porque la arrastro conmigo, me niego a meterme sola en la boca del lobo, en especial cuándo ella es la culpable de que yo misma me encuentre en esta situación en este mismo instante. Descendemos por los pasillos cambiando nuestro rumbo y entrando en la biblioteca, está vacía, pero eso carece de sentido, este sitio solo tiene una salida y recordaría ver a alguien con un cabello perteneciente a las profundidades del infierno salir por ella, en especial porque nos habríamos encontrado cara a cara.

- ¿No es posible que te lo hayas imaginado? - Miro a mi amiga con cara seria y ella alza las manos, - Okay, okay, no me mates, solo digo que aquí estamos apartadas de las demás, ¿Era esto tu plan? - se acerca a mi haciendo el tonto, - Daiani, tú y yo solas en una habitación... - me acaricia el brazo.

La aparto de un manotazo y niego con la cabeza, maldita pervertida, me saca una risita y ella se ríe conmigo, de pronto lo veo, ¿De dónde ha salido esa trampilla? Hay una ahora en el centro de la biblioteca, parece que alguien arrancó la moqueta del suelo, desde luego le ha hecho un favor al lugar, queda mejor el parquet que la alfombra polvorienta con manchas de sabe Dios lo qué.

- No estarás pensando lo que creo que estás pensando... - lamenta Cami, la miro con una sonrisa traviesa, - ¿Por qué siempre acabamos en situaciones así? - se queja, ¿Por qué no podemos hacer planes de pintar tacitas en un taller de alfarería?

- Haremos ese plan cuando sepas deletrearme de seguido la palabra alfarería. - Me burlo y levanto la escotilla de madera, la miro. - Las damas primero.

Bajamos juntas, Camila delante de mi, yo cuidando su espalda, ella quejándose y yo aguantando la calma, nuestra dinámica de siempre, es la magia de nuestro amor, si el amor fuera inexistente. Ahora es ella quién enciende la linterna del móvil iluminando el angosto lugar, es increíble, cuando este sitio parece que no pueda ser más viejo, viene y nos sorprende con que si, puede ser aún peor. Puedo escuchar los gemidos de angustia de mi amiga cada vez que nos cruzamos con alguna araña, cucaracha o ratita perteneciente a la fauna autóctona del lugar en el que nos encontramos ahora, las chicas no se lo van a creer cuando se lo contemos, pasadizos secretos en nuestra escuela, esto es mejor que Hogwarts, ¿Tendremos también nosotros un can cerbero llamado Fluffy? Porque me encantaría adoptarlo como mascota.

- Creo que escucho algo... - murmura mi amiga, y tiene razón, alguien parece hablar, o más bien discutir, al final del pasillo.

Nos acercamos para ver a una pareja discutir, mi chica adorada está peleando con un tipo moreno de ojos verdes esmeralda, hablan de algo de un libro, que no lo pueden tocar o no se qué cosa, ¿Por qué no podrían tocar un libro? No tiene sentido, se alejan y algo en mi quiere seguirles, saber qué es lo que está pasando, mi cotilla interior se muere de ganas por descartar la idea de que esos dos sean novios, porque la verdad sería una lástima muy grande, esa chica haría mejores cosas entre mis piernas.

- Estate quieta, nos va a acabar pillando. - Se queja Camila en susurros, pero eso no me detiene, avanzo cuando estos desaparecen de mi punto de vista.

Es ahí cuando mi atención cae en un pedestal, está contra una de las múltiples estanterías de libros que adornan la habitación, tal vez esto era la antigua biblioteca del instituto o de lo que fuera este centro antes, tiene un libro, brillante y con tapas rojas, no consigo entender la letra de la tapa, por algún motivo que no logro entender me siento muy, pero que muy atraída, a ese objeto, extiendo mis manos semi hipnotizada y lo tomo en mis manos, el libro se abre abruptamente en mis manos y las hojas pasan solas sin freno, no entiendo que sucede, se para en una página donde puedo ver una foto de una mujer, es extrañamente idéntica a mi pero con un aspecto más... antiguo, como si fuese un antepasado mío, tal vez de la época victoriana, no lo sé.

- ¿Eres tú la elegida? - Una voz suena tras de mi, pero antes de poder reaccionar todo se funde a negro.







El despertar de los mundos (Acabado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora