El despertar de los mundos (Acabado)

37. Violación

By Satán

Mi propio aliado se abalanza sobre mi, haciéndome un leve corte en la cara, me echo las manos al reciente corte y veo como la sangre tiñe mi mano. Maldito cuerpo humano.

- Eres fuerte hijo mío, de eso no cabe duda, pero has olvidado un pequeño dato, todo lo que sabes... fui yo quien te lo enseñó. - torno todo de negro, haciendo que esté caiga al suelo y se retuerza del dolor.

Veo como los dos ángeles corren para intentar ayudarle, pero ups demasiado tarde, tenéis compañía chicos, una personita muy divertida que os hará pasar una gran fiesta.

- Lisa, - puedo escuchar a Daiani, apuesto a que eso no te lo esperabas, mi nuevo minion camina totalmente manipulada por mí., - Lisa por favor, tienes que despertar, esta no eres tú. - es enternecedor ver cómo le suplica.

- Esto no tiene nada que veo contigo Daiani, pudiste salvarlos a todos, pero fuiste tú quien quisiste recuperar el libro cuando yo lo robe, fuisteis tú y Camila junto con Jackie quien decidisteis guardar el secreto mientras yo estaba sola y ahora míranos, eres tú quien está sola y yo tengo un poder que tú jamás obtendrás. - dicho esto y sin yo ordenárselo, se abalanza a por la chica, lo que uno puede hacer consumido por el odio es maravilloso. Los ángeles de la guarda saltan a su defensa.

- No fue nuestra intención no contártelo, - dice mientras esquiva sus continuos ataques, - solo queríamos que estuvieras a salvo, cuanto más supieras de todo, más peligro corrías. - puedo ver la angustia en su rostro, no quiere hacerlo, pelear con alguien que consideraba su amiga, pero ya es tarde, Lisa se ha decantado por la oscuridad, es fascinante.

- Mientes, en vuestro mundo solo estabais Camila y tú, ignorando todos los problemas ajenos a los vuestros cuando los demás también los teníamos, mira hasta el punto de egoísmo que tenía Camila que ignoro mis sentimientos... - le reprocha con furia.

- Eso no es verdad, Cami intento alejarse de Arioch por ti, pero donde el corazón manda la cabeza calla. - Dice Daiani mientras mira a Lilith. Repugnante.

Chasqueó los dedos y hago que Lisa ataque a mi orden. Antes de que llegue a rozar siquiera a Daiani, Matheo y Chloe, bloquean el ataque de esta.

- Nosotros nos encargamos de esta, preciosa. - Dice Matheo sonriente, tienes que parar a Lucifer, necesitas recuperar ese libro. - Veo como ella agarra sus dagas y camina decidida hacia mi.

- Un momento querida, no tan rápido... - atraigo con una nube de humo, flotando a Lilith, esta se retuerce de dolor, chasqueo los dedos y esta grita aterrada.

- ¿Qué le estás haciendo? ¡Para ahora mismo! - Me reclama con ira.

- Tranquila, solo le estoy recordando quien manda aquí, ¿Sabes? Te voy contar una historia preciosa, - sonrío. - Érase una vez un padre que hizo un pacto conmigo, él quería un legítimo heredero varón, así que decidió hacer un pacto con el diablo, yo, como buena voluntad, hice que su mujer diera a luz a una niña, pero murió en el parto, por la falta de recursos en aquella época, el me culpó de que su mujer falleciera y que poco después su hija tuviera preferencia por las mujeres, como si tal cosa hubiese sido una posesión de su alma por mi parte, no me pagó la deuda, así que hice que el pueblo entero se enterase de que se veía a escondidas con la hija del fundador, la metieron en un convento para curar su mente, lo que no sabían es que los sacerdotes practicaban el arte del satanismo a la hora de que la niña ingresara, doce sacerdotes la violaron y torturaron, para luego ofrecérmela como sacrificio. - Veo su mirada horrorizada - Pero no sólo Dios tiene misericordia así que la entrené y la hice un demonio, buscando vengarse, esa noche mató a los sacerdotes y a la gran mayoría de hombres del pueblo, se volvió una asesina a sangre fría y ha sido entrenada junto con Arioch para servirme... - hago una pausa para ver como la cara de Daiani, se tiñe de un rojo intenso y lágrimas de rabia caen de su rostro, - ahora esta poseída, reviviendo la escena donde la violan una y otra vez, de ahí sus gritos de dolor... 

- Eres una maldita escoria. - Dice con rabia.

No me da tiempo a decir nada más porque está, clavo su cuchillo en mi mano, cortándome un dedo.

- Puta - grito mientras soy testigo de como la sangre sale de mi. Alzo las manos y unas garras negras salen de mi agarrándola por el cuello, ella se retuerce del dolor.

- ¡Daiani cuidado! - Grita la querubín, pero Lisa y los otros demonios que acabo de invocar le cortan el paso.

- Primero tendremos que encargarnos de ellos... - dice Matheo señalando a la que un día fue su amiga y el resto de mis queridos seguidores.

Arioch y Lilith siguen luchando contra sus propios demonios pasados y puedo ver como Daiani intenta liberarse de mi agarre.

- Eres un coñazo mujer, ríndete y únete a mi.

- Jamás. - Dice jadeando.

- Entonces no me queda más remedio... - me meto en su interior, en esa oscuridad donde está tan sumida, eses pensamientos que guardamos baje llave para que no salgan a luz porque sabemos que en el momento que lo hagan podrán destruirnos, me adentro en sus miedos para hacerme con ellos.

- ¡Daiani no! - Puedo oír a Chloe a lo lejos, oh, mírala, el angelito está preocupada por su noviecita, ¿No se ha fijado que la humana ni ha pensado en ella en las últimas horas que llevamos aquí? Es obvio que sólo le importa mi Lilith. 

Pero ya es demasiado tarde, su mente es mía y ya es hora que mi reina ocupe su trono, ya sea que tenga que ser forzada por mi, no siempre conseguimos hacer las cosas con toda la dulzura que querríamos, si es que siempre me acaban haciendo ser el malo de la historia, una verdadera lástima, ¿No es cierto?