17. Sexo furtivo

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By Camila

Permanezco abrazada a mi amiga, ambas nos apretamos fuerte la una a la otra. Daiani no es mi sangre pero nuestro linaje va más allá que eso. Veo cómo Lilith se acerca a nosotras y se deja caer de rodillas, los demás también se acercan y hacen lo mismo.

- Parece que la amenaza ha comenzado antes de lo que pensaba... - murmura Lilith.

Volvemos en total silencio a la casa, nadie ha dicho nada en todo el camino.
Subo a mi cuarto y me encierro en el baño, no antes sin comprobar que Arioch no se encontraba en el. Dejo caer mi cuerpo contra la pared de la ducha y veo como el agua se torna de una especie de masa negra y pegajosa. Es repulsivo. Salgo de la ducha y me dirijo con paso cansado hacia la habitación, miro mi cuerpo semidesnudo y puedo notar los múltiples moretones que adornan mi vientre. Las imágenes de la pelea rondan por mi mente, en especial en el momento que Daiani me salvó, sus ojos se tornaron de un rojo intenso, como si de fuego se tratasen, ¿Acaso alguno de mis inquilinos la había poseído en ese momento?, me saco ese pensamiento rápido de la cabeza. Esta noche solo estamos Daiani y yo en la habitación, ninguna de las dos ha pronunciado palabra, todavía nos pesa lo ocurrido horas atrás. Pasan las horas y Daiani se queda dormida, sin embargo yo no soy capaz de hacerlo.
Me levanto de mi cama y salgo al pasillo, quizás una taza de té, me calme, estoy a punto de bajar a la cocina cuando noto que alguien está detrás de mi. Casi grito cuando la persona tapa mi boca.

- Shh, ¡No grites! - me riñe - Soy yo, Daiani.

- Casi me matas de un infarto, ¿No crees que mi pobre corazón ya ha sufrido demasiados disgustos hoy? - Ella junta sus manos en forma de disculpa.

- Lo siento, pero he oído gemidos, me he despertado y vi que faltabas, creí que serías tú con el ojitos verdes así que iba a la cocina a por los cascos para no tener que oíros y de repente te veo bajando las escaleras...  - me explica.

- ¡Un momento! ¿Has dicho gemidos? ¿Tengo dos personas montándoselo en mi casa? - Pregunto alarmada.

- Yo también me lo tengo montado en esta casa. - Le doy un codazo y esta me mira como si no fuera con ella la cosa.

No sé en que momento esto se ha convertido en una película de Mía Khalifa, pero tanto Daiani como yo vamos investigar de quiénes se tratan. Vemos la puerta de la habitación de Arioch entre abierta y el sonido de un cabezal en movimiento, ¿El hijo puta ha metido a una chica en mi casa y se la está follando ahora mismo? Abro la puerta sin pensarlo, empiezo a gritar que es un irrespetuoso, que no tiene ninguna consideración y.... ¡¿Qué es lo que estoy viendo?! Matheo está siendo plenamente sometido por Arioch, con este agarrándole firmemente el cuello de manera dominante, tiene marcas de mordidas por todo el cuerpo y chupones,
¡No me lo puedo creer!

- Vaya, vaya parece que no es tan hetero básico como yo creía... - ríe Daiani -  enhorabuena en tu salida del armario, chaval.

Estoy en shock, literalmente no sé qué decir. Matheo me mira con los ojos como platos, todo lo contrario a Arioch que parece la mar de tranquilo. Parece que hemos montado un gran revuelo porque el resto de la casa se ha levantado, ¡Esto va a parecer una orgia!

- Camila, estás bien, ¿Ha pasado algo? - escucho a Chloe desde el otro lado del pasillo.

Puedo sentir sus pasos acercándose y como Lilith abre la puerta de su habitación.

- ¿Cami, princesa, ocurre algo? He oído ruidos en la parte de arriba.

Mierda, hemos despertado a mi padre, siento como sube las escaleras desde el piso de abajo. Daiani y yo nos miramos alarmadas ¿Qué se supone que vamos a hacer? Esta toma la iniciativa, se tapa los ojos y arrastra a Matheo hacia el armario, le hace una seña para que se calle y cierra la puerta.

- Pobre chico, acaba de salir del armario y lo acabo de volver a meter a la fuerza. - Miro a Daiani con mirada asesina, no es el momento para tus bromas, querida, si salimos de esta demos gracias.

No tardan mucho en aparecer todos e invadir la habitación.

- ¿Se puede saber que hacéis vosotras dos aquí? - Mi padre me escrutina con  mirada acusadora.

No es lo que parece padre, lo juro, en realidad es mucho más difícil de explicar. Empiezo a balbucear y a tartamudear, mierda, no sé cómo salir de esta, sin embargo...

- Lamento haberlo despertado señor, no me acostumbro a este horario y he querido entretenerme con Instagram pero no tengo la contraseña del WiFi para poder conectarlo, así que llamé a la puerta de la habitación de Camila, por supuesto Daiani no ha querido dejarla sola y las dos me estaban ayudando a conectarla. - Si, el que estaba conectando cosas eras tú, ¡Una muy grande en Matheo!

Mi padre se queda pensativo y murmura algo para si, finalmente asiente y nos ordena que una vez hayamos acabado regresemos a nuestras habitaciones. Acaba de salir por la puerta cuando Matheo cae de espaldas, del armario, totalmente desnudo. Chloe se tapa los ojos muerta de vergüenza, Lilith mira incrédula a Arioch y este le responde con una elevación de hombros, Daiani pone los ojos en blanco y yo estoy tan agotada, que lo único que quiero es que esta noche se acabe. Me despierto al día siguiente, ¡Por fin el sábado! Me hacía falta descansar, un olor a gofres inunda mis fosas nasales, bajo la cocina cautivada por el olor y entonces...

- ¡FELICIDADES HERMANA DE OTRA MADRE!

Mierda he olvidado mi cumpleaños. Daiani corre a abrazarme y yo le devuelvo el saludo, pronto Chloe se une también al abrazo, Lilith me sonríe desde la distancia y yo le devuelvo la sonrisa. Matheo me mira con culpabilidad y Arioch simplemente no esta, ¿Dónde se habrá metido?

- Tengo una sorpresa para ti, venga cámbiate que llegamos tarde, te va a encantar.

Viniendo de Daiani tanto puede ser un collar precioso, como llevarme a nadar con tiburones. Subo a mi cuarto para prepararme y veo que Matheo toca la puerta para entrar, asiento con la cabeza para que pase, anda de un lado a otro por la habitación, cabizbajo, ¿Arrepentimiento de ángel quizás?

- Yo...

- No tienes que darme explicaciones de nada.

- De hecho creo que te lo debo, - se le ve triste y angustiado, me callo y lo dejo hablar, - quiero que sepas que entre Arioch y yo no ocurre nada, él es un demonio que le mueve el sexo ocasional sin ningún tipo de compromiso, me lo ha dejado muy claro. - está muy nervioso

- ¿Y qué hay de ti? ¿Acaso no es pecado lo que acabas de hacer?

- Ay, por dios cielito, me siento tan culpable por ello, pero yo no elegí mi preferencia por los hombres, Dios me hizo así... - llora dramáticamente - pero te juro por este mismo que para mi esto tampoco significó nada de nada, de hecho Arioch te quiere a ti - ¡¿Espera, qué acabas de decir?! - No pongas esa cara amor, cuando estábamos haciendo el misionero, agarró mi cabello de manera más dulce de lo que yo creía, bueno el caso es que me soltó la brillante frase de "tu pelo me recuerda al de Camila", vamos casi se me va el calentón y todo.

- ¿Me estás diciendo que Arioch se acordó de mí en un momento como ese? - Todavía me cuesta asimilarlo.

- Como lo oyes nena.

Me echo las manos a la cabeza, ¿Qué se supone que debo contestar? Matheo se inclina a mi altura y me mira con ojos angelicales.

- Por favor, dime que no estás enfadada. - Hace un puchero, digno de un niño pequeño.

Este me abraza y yo me río, es imposible estar enfadada con él, bajamos las escaleras y Chloe nos espera con un todoterreno negro. Daiani le da la dirección y después de un rato nos paramos, delante de un letrero con letras  neón, que ponen estudio.

- ¿Qué se supone que vamos hacer en este sitio?

- ¡Nos vamos a hacer un tatuaje! - Chilla Daiani entusiasmada.

La madre que la parió.

El despertar de los mundos (Acabado)Where stories live. Discover now