El despertar de los mundos (Acabado)

27. Verdadera forma

By Camila

Estoy tan a gusto entre los brazos de Arioch que ninguno de los dos sentimos entrar a Charlotte, esta chilla cuando nos ve abrazados.

- ¿Esto es en serio? Y con ella... - pone una mueca de asco mientras me señala con sus uñas de porcelana, él le pone mala cara, - tenía razón cuando dije que eras una zorra provoca hombres, lo que no me puedo creer es que este bebé haya caído con una presa tan fácil. - lo regaña.

- Te puedo garantizar que Camila puede ser muchas cosas, entre ellas una desquiciada, - ¿Gracias supongo? - pero no es para nada una chica fácil, eso más bien te pega a ti.

Charlotte abre la boca tras la revelación de este.

- ¡Te ha comido el tarro! ¿Es que no lo ves? - chilla, - En realidad cuando menos te lo esperes volverá con la bollera de su amiga, esa chica está tan traumada por el rechazo de su familia y necesitada de atención... ¿Por qué si no viviría y arrastraría con ella, a una ilusa como Camila? - ríe con maldad.

Hasta aquí hemos llegado. Me acerco desafiante a ella, agradezco que antes me haya puesto una sudadera que Arioch tenía en la mochila, sino, menudas vistas.

- Llevo aguantando insultos, burlas, el que te hayas caído sobre la polla de mi ex en el baile el año pasado y que ahora intentes ligar con mi chico, pero si algo no te permito, maldita escoria, es que hables de la familia de Didi. Ella retrocede por unos segundos pero la muy falsa aprovecha que el suelo está mojado para ponerme la zancadilla. Mi querido demonio se da cuenta y a la velocidad del rayo me atrapa al vuelo.

- Creo que le has cogido el gusto a esto de que te levante. - dice mientras me muestra una sonrisa llena picardía.

Le devuelvo la sonrisa y tan pronto como me pongo de pie agarro a Charlotte por el cuello para estamparle la cara contra la pared. Esta chilla angustiada, pero yo he perdido demasiado los papeles como para preocuparme por el resultado de mis acciones, me monto encima de ella y empiezo a golpearla. De pronto unas manos familiares me agarran por la cintura, es Arioch me separa de ella.

- ¿Por qué haces esto? Se lo merecía. - Le grito furiosa.

- Porque tú eres mejor persona que todo esto, aparte, no te has parado a pensar que te ocurrirá cuando te delate? - Miro a Charllote en el suelo cubriéndose la cara mientras se queja, tiene una cantidad importante de moratones en toda la cara.

Mierda, estaba tan enfadada que no me paré a pensarlo, le miro con preocupación, Charlotte es una zorra y sé que no se callará. Mi demonio parece darse cuenta de la situación.

- Camila yo me encargo pero necesito que te vayas, por favor.

- ¿Por qué? ¿Qué vas a hacerle? - Le pregunto preocupada.

- Tú solo vete. - Me ordena con autoridad.

No se lo discuto más, salgo al pasillo y me apoyo contra la pared, esperando que no haga nada de lo que nos podamos arrepentir... entonces un rugido recorre todo mi cuerpo dejándome helada. Nunca había escuchado nada igual, parece sacado del mismísimo inframundo. Recobro el control de mi cuerpo y me apresuro para que Arioch no asesine a Charlotte, sin embargo veo cómo está tumbada en el suelo, con los ojos cerrados, por un momento creo que esta muerta, pero veo cómo su pecho baja y sube, señal de que respira. Él tiene los ojos brillantes y la carga en brazos.

- ¿Qué le has hecho? - Pregunto con miedo.

- Es mejor no entrar en detalles, pero mañana estará mejor, no se acordará de haber estado aquí, ni del momento que salió de su habitación, para ella todo esto no ha ocurrido. - Me explica.

Me quedo mirando la escena sin poder articular palabra, todavía no puedo entender que es lo que ha pasado. Arioch deja a Charlotte en su habitación sin dejar rastro ni evidencias y de seguido me acompaña a la mía. Me quedo callada un rato en la puerta, antes de abrirla, el decide romper el silencio.

- ¿No me tendrás miedo verdad? Te juro que no le he hecho daño. - Luce preocupado.

- No, no es eso... solo que... ese rugido...¿Es ese tu yo real? - Pregunto con timidez.

Él me mira con dulzura y me da un suave beso en los labios.

- Mi verdadero yo es este, cuando estoy contigo, ahora vete, sino mañana se preguntarán en qué lío nos hemos metido al ver que no estamos.

Sonrío y vuelvo a besarlo, me siento como en una gran nube. Entro en la habitación y...

- Vaya, vaya mira quien ha vuelto y nada más y nada menos que con una sudadera que apuesto que no es suya... - Didi me mira recelosa.

Me pongo enseguida como un tomate y tartamudeo, mi expresión ha debido delatarme, es eso o que ella me conoce demasiado.

- Oh dios mío, - chilla - ¡TE LO HAS MONTADO CON EL OJOS VERDES! - Salta emocionada y yo me quiero morir.

Ella empieza a hacerme burla y gestos obscenos que desgraciadamente son un gran ejemplo gráfico de lo que he hecho.

- Así que a mi amiga la han abierto de piernas y taladrado, cual pared, caray para el diablillo.

- ¡Didi! - La regaño, - No seas tan bruta - ambas nos echamos a reír.

Después del interrogatorio de mi mejor amiga y todo lujo de detalles sobre lo ocurrido horas atrás entre Arioch y yo, incluido el de Charlotte, Daiani tiene todavía más preguntas.

- ¿Quieres decir que Arioch puede adoptar otra forma, a parte de la actual, totalmente demoníaca? - Asiento.

Mi amiga se queda un rato pensativa, las dos estamos muy perdidas ahora mismo.

- El caso es que si Arioch puede, quiere decir que los demás también... la pregunta es, hemos sido amenazados por dos veces, casi la palmamos, se podría decir, por esos demonios y todavía no han revelado su verdadera apariencia, ¿Por qué? - Me mira pensativa un rato, de repente parece venirle la inspiración porque rápidamente se levanta en busca de algo, - Hemos tenido el libro todo este tiempo y todavía no sabemos ni la mitad de lo que hay escrito. - alega.

Saca toda la ropa de la maleta en busca de este pero parece que no lo ha guardado ahí porque pronto empieza a buscar entre los cajones, almohada y cojines. Veo como poco a poco la desesperación aparece en su rostro. Me mira horrorizada y me confiesa lo último que querría oír en esta noche.

- Cami, el libro no está, ha desaparecido.