El despertar de los mundos (Acabado)

16. Fight!

By Daiani

Todo pasa muy rápido, un segundo estoy tumbada relajándose bajo las hojas de un hermoso olmo y al minuto estamos siendo atacados por un ser superior con alas de pollo frito del KFC, no estamos listas para algo de este calibre, acabamos de tener nuestro primer entrenamiento, esto no es un gif que desaparece si lo pincho, ¡Esta cosa está vivita y coleando! Esquiva y se defiende y tiene sed de sangre hacia mi persona, ¿Por qué tiene que pasarme esto a mi? Yo solo estaba cumpliendo un reto que ni siquiera yo misma acepté, por qué se tuvo que imprimar de mi un libro, ¿Por qué no puede ser otra a la que le pase esto? Yo no me he suscrito al canal de asesinatos, por favor, no he pedido morir con diecisiete años, para eso ya valen los otros miembros de mi familia.

- Bien nena, es momento de que tomes los cuchillos y los pongas a trabajar. - Grita Lilith, asiento nerviosa y los tomo, joder, joder, joder, esto es real, está pasando finalmente.

Cojo los cuchillos con manos temblorosas, puede que sea alguien que ha estado en peleas, pero nunca me pasó por la cabeza la idea de matar a nadie o acabar con la vida de una persona, no tengo ese tipo de sangre fría, nunca creí que tenía algo así, pero si lo tengo ahora es momento de descubrirlo. El simple pensamiento de poner a Camila en peligro pesa sobre mi, ella no estaría aquí si no fuera por mi culpa y por ese maldito libro, a veces desearía haberla mandado esa noche con Jackie y Lisa, tal vez así no la habría puesto bajo amenaza, no sabría nada y podría protegerla mejor, prefiero mentirle que ser la responsable de su muerte.

- ¡Cuidado! - El grito de Matheo me despierta, el enemigo se ha abalanzado sobre mi, paro su ataque poniendo el cuchillo en horizontal, se acabó el juego, es hora de la guerra. 

Empezamos a pelear, parece una coreografía sangrienta, se siente como el baile de la muerte, para nuestra desgracia Lilith tiene razón en su suposición porque cuando el primer ángel caído llega enseguida se le unen otros tres más, son gigantes, tienen unas grandes e imponentes alas ennegrecidas, como si sus plumas se hubieran empodrecido por su mente retorcida, tienen garras oscurecidas y tuertas y ellos mismos están encorvados como si sus huesos fueran demasiado grande para sus cuerpos, son horrorosos a la vista y puedo asegurar que dan mucha grima, ew. Los golpes que recibo no son para nada para los que nos prepararon en el entrenamiento, esto arde y duele, tendré moratones por semanas, tal vez incluso meses, nos apalean como pulpos a la gallega, pero todo cambia cuando veo como uno de esos asquerosos monstruos azota a Camila contra el suelo, está encima de ella y entonces mi sangre se enciende.

- ¡CON MI HERMANA NO, HIJO DE PUTA! - Me abalanzo sobre ese bicho sin siquiera pararme a pensarlo, veo rojo, puedo oler su sangre, sentir sus latidos, la sensación es sobrenatural, no entiendo qué está pasando, es como si mis sentidos hubieran sido aumentados por diez, se siente increíble.

Caigo sobre la espalda del bicho y clavo con fuerza el cuchillo en lo que sería su nuca, su sangre empodrecida me salpica, pero no reacciono, me baño en ella y se siente bien, mis ojos están rojos y el ser suelta un grito gutural mientras se retuerce, alcanzo a unir mi mirada con la de Cami por una fracción de segundo, estoy segura de que luzco como una verdadera psicópata.

- Corre. - Ordeno con seriedad y ella asiente comenzando a correr por su vida, veo como Arioch la pone tras él cubriéndola, por fin el ojos verdes vale por algo. 

Retuerzo el cuchillo haciendo agonizar al caído, cuando cae muerto me incorporo jadeando, Lilith y yo nos miramos, está sonriendo, parece que lo que he hecho le ha encantado, aprieto la empuñadura de mis armas con las manos, una en cada una y una sonrisa llena de odio y maldad, me lanzo contra el siguiente objetivo clavando ambos filos en el cuello de ese bicho provocando que se ahogue en su propia sangre, le reviento la tráquea con ellos y puedo escuchar sus huesos crujir bajo mis manos. No puedo decir que esto me encante, pero tampoco es que me horrorice todo lo que pensé que lo haría, puedo ver como Camila ha logrado recomponerse y ahora pelea también, esa es mi niña, peligrosa y lista para matar, look at her go, puedo presenciar cómo se lleva su primera muerte bajo su arma al atrapar a uno de los caídos contra el olmo.

- Parece que el peligro ha pasado. - Susurra Chloe, todos estamos jadeando agotados, manchados de sangre y fluidos varios, me duele todo el cuerpo, me han golpeado duro, estoy segura que mañana tendré múltiples marcas recorriendo todo mi cuerpo.

Guardo mis cuchillos y corro con mi amiga quién está haciendo lo mismo, nos abrazamos con fuerza, lo único que me importa es que ella está bien, sacrificaría a cualquiera en su nombre sin pensarlo un segundo, el mundo se puede venir abajo si la tengo a mi lado. Acaricio su cabeza mientras la siento llorar contra mi hombro del miedo, yo no lloro, no me lo permito, soy su roca, siempre lo he sido, tengo que aguantar y endurecerme por las dos. 

- Pensé que te perdía. - Susurra ahogada contra mi cuerpo.

- Nunca me vas a perder, estamos juntas hasta el final, esa fue nuestra promesa, ¿No? - La miro con una sonrisa triste y ella corresponde con la misma.

Las dos estamos temblando, tenemos el mismo miedo, lo sabemos, pero las dos permanecemos firmes por la otra, es nuestra manera de cuidarnos entre nosotras, lo sabemos, nos entendemos, tenemos nuestro propio lenguaje secreto desde que somos niñas pequeñas como los hermanos gemelos, nunca nadie entendió nuestra unión con lo diferente que éramos, ella un rayo de sol caído del cielo, yo un destello de luna venido del mismo averno.