12. Gatillazo

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By Daiani

Después del show que ha sido descubrir que tenemos un nuevo campamento de verano montado en casa con los nuevos inquilinos me quedo con Camila en nuestra habitación, la pobre está muerta de nervios, normal la verdad, yo siento que todavía no he reaccionado la 100% a lo que está sucediendo, es un estado de shock al que creo que tomaré conciencia en unos días. No me he atrevido a volver a tocar el libro que ahora yace bajo mi almohada, escondido de ojos furtivos. Escucho a mi amiga quejarse y lamentarse mientras la ayudo a arreglarse para la cena, es nuestra pequeña tradición, ella se viste linda y yo la maquillo para practicar mis dotes de futura caracterizadora profesional, es mi musa.

- Wow, viéndome así hasta diría que soy guapa. - Se mira detenidamente de arriba abajo en el espejo, ojalá se viera con mis ojos, entonces se daría cuenta de lo hermosa que en realidad es.

- Eres preciosa, no me metería entre tus piernas ni loca porque eres lo mas parecido a una hermana para mí, pero sé de unos ojitos verdes que después de verte esta noche estarán encantados contigo y, para que mentir, - hago un pausa pensando en las dos chicas que ahora andan por los pasillos de la casa - puede que yo acabe entre la cabellos de fuego y la carita de ángel.

Puedo ver cómo su rostro explota en vergüenza absoluta, es tan fácil hacerla sonrojar que casi lo tomo como un hobbie para mí. Se queja alegando que no es cierto lo que digo y como el demonio ese no le gusta para nada, haciendo esas afirmaciones es pillada por el chico ángel quién resulta ser tan cotilla como nosotras, este chico me encanta. No tardamos en acudir a la cena y, aprovechando la coyuntura, dejo sitio al lado de Camila para que el chaval pueda acercarse a ella, si es que, en esta vida siempre tengo que hacer de Celestina para todo el mundo, agradezcanme luego, soy maravillosa, lo sé.

- Y bien chicos, ¿Por qué no nos contáis algo de vosotros? - Cuestiona el padre de Camila después de que todos nos hayamos sentado a la mesa.

- Lo primero, le quería agradecer al señor Nevesa su hospitalidad. Bueno como ya os he dicho antes soy Matheo y ella es Chloe, ambos íbamos en el mismo instituto en el instituto de Londres, llevamos haciendo intercambios desde los 13 años por toda Europa, quiero estudiar filología inglesa y derecho y qué mejor manera de entrar en una buena universidad que añadiendo una experiencia como esta.

Es increíble lo elegante y educado que es ese chiquillo, se nota que es un ángel bien comportado.

- ¿Y qué hay de vosotros dos? - Los dos demonios se miran entre ellos.

- Bueno, yo soy Arioch Ohên, vengo de Alemania, al igual que Matheo llevo en programas de intercambio desde que tengo 12 años, practico boxeo, entre otras muchos deportes de defensa, desde los 13 y quiero dedicarme a la psicología. - Es la cosa más heterosexual del mundo, ¡Me aburro! ¡Que hable la pelirroja!

- Vaya, Camila también practica boxeo, pero ella empezó hace un año, la apunté para que aprendiera a defenderse. - El ojiverde parece sorprendido con esa revelación, ¿Qué pasó chiquito? ¿Hay miedo a que te pateé el culo?

- ¿Y que hay de ti? - Pregunta a después Rober a Lilith.

- No hay mucho que contar, mi apellido es Ixmukané, yo también practico deporte de lucha, vengo de Rusia y hablo siete idiomas contando con mi lengua natal y es mi primer año de intercambio, ah y soy bisexual. - Toso nerviosa con su afirmación, no por lo que ha dicho, sino porque mientras lo ha dicho ha subido su pierna por entre las mías y ha presionado mi intimidad metiéndome mano, o pie más bien dicho.

La miro con los ojos en llamas y ella me devuelve la misma mirada encendida, okay, parece que esta noche va a ser más divertida de lo que esperaba. Cómo entretenida con ganas de llegar a lo que va a ser el postre más delicioso que jamás me han servido en esta casa, lo siento Cami, pero tus postres siempre están quemados. Después de la comida todos nos dispersamos un poco y acabo sola con Lilith, quién me pone contra la pared enseguida en el momento en que nos ve solas, me gusta por dónde va esto.

- Me da la sensación de que eres como yo... - murmura contra mi cuello.

- ¿Bisexual dices? Así es. - Jadeo nerviosa al notar su boca en mi haciéndome marcas, joder para la demonio.

Nos miramos y ella me roza los labios con su boca, esto cada vez me gusta más y más, pero justo cuando pienso que nos vamos a devorar la una a la otra, se detiene.

- Esta noche, no. - ¿Qué? ¿Cómo? Nunca nadie me ha rechazado, ¿Qué cojones está pasando aquí?

Se aparta de mi y abandona el lugar para dejarme allí sola y con un calentón increíble, será... hija del demonio. Veo a Camila espiando la escena en la distancia.

- Si le cuentas a alguien esto, juro que nuestra amistad termina hoy mismo. - Amenazo señalándola, a lo que ella alza las manos en señal de rendición e inocencia.

Nos vamos a nuestro cuarto juntas, la veo preocupada, sé que tiene miedo, es normal, ¿Quién no tendría miedo con esta situación?

- Oye Cami...

- ¿Si, Didi?

- Ahora que las cosas se han vuelto más raras de lo habitual, quiero que hagamos una promesa.

- ¿Una promesa?

- Prométeme que pasa lo que pase, vamos cuidar siempre la una de la otra, como hasta ahora.

- Promesa de pulgar, porque el meñique se rompe muy fácilmente. - Su misma frase de siempre, no sé cuántos meñiques haya roto en su vida, pero parece conocerlos muy bien.

Después de ese entrañable momento ella duerme conmigo en mi cama, ya que la otra está invadida por Matheo, no es problema, hemos dormido juntas mil veces. Bueno, ella duerme, yo permanezco mirando al techo, tengo la mente a mil por hora. Tardo en conseguir cerrar los ojos, finalmente lo hago abrazando contra mi a mi amiga, pese a todo, nos tenemos la una a la otra hasta el final.

El despertar de los mundos (Acabado)Where stories live. Discover now