32. Culpa y remordimientos

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By Daiani

Nada en esta vida me preparó para tener que ver a mi mejor amiga inconsciente en una camilla del hospital, con miles de tubos metidos, con drenajes y suero, con una máscara dándole aire y una sonda alimentándola porque no puede comer. Las escenas de esa noche pasan en mi cabeza una y otra vez, la marca en su pecho grabándose con fuego, su cuerpo convulsionando, su expresión de dolor, el petróleo en los ojos de Lisa, ese odio arrasador que sentía por una persona que un día vio como su hermana, todo es tan extraño, se siente como si estuviéramos viendo todo fuera de este mundo, cómo si fuera una película que presenciamos desde un salón de actos. He perdido la cuenta de las veces que he llorado por Cami, rezando a todo lo que sé porque se despierte, Arioch está al borde de la locura, Lilith no habla, Chloe llora conmigo y Matheo apenas y duerme, pero desde luego quién está realmente mal es Rober, su niña bonita se está muriendo y no puede hacer nada por evitarlo, su hija, lo único que le queda de su difunta esposa está en el ADN de Camila, y la va a perder porque no la pude proteger lo suficientemente bien, debía ser yo quien estuviera en esa camilla, yo tendría que tener esa quemadura, debería haber sido yo. 

- Es todo culpa mía, - dice de pronto Arioch - yo la puse en peligro acercándome tanto, nunca debimos confraternizar con el objetivo. 

Lo dice mirando también a Lilith y Chloe, regañándolas por estar conmigo, todos asienten, tal vez habría sido más sencillo si no hubiera relación alguna con nadie, al fin y al cabo ellos están aquí por una cosa y una cosa solo, proteger el libro, cuando esto pase se tendrán que marchar, tal vez sea mejor terminar esto antes de que nadie salga más herido de lo que ya estamos. Sabia que fiarme de demonios nunca fue buena idea.

- ¡Ha despertado! - Todos corremos a verla con el corazón en la boca, incluso el ojos verdes se abalanza sobre la puerta, puede hacerse el duro todo lo que quiera, pero se muere por ella.

Se la ve tan frágil y débil que me duele mirarla, me tiemblan las manos, bueno, la verdad es que me tiembla el cuerpo entero. Puedo ver que le duele la indiferencia de Arioch hacia ella, pero es mejor así, estará a salvo de esa manera, y si cierro mi corazón y no pienso en las chicas, yo también estaré a salvo. Todo va a ser mejor de esta manera. Nos mandan salir al poco de verla para darle un baño frío a Camila y así bajar su temperatura, no me quiero ir, la he visto desnuda mil veces, ¿Por qué me tengo que ir? Hay algo que no me gusta de esa enfermera, su mirada, me recuerda a la que Lisa tenía cuando leía la maldición del libro, pero nos obligan a salir, me quedo refunfuñando junto a la puerta.

- Ey, entiendo que necesites darte espacio de Cami, y que estés preocupado, pero la ley de hielo no va a funcionar con ella. - Lo suelto directa y sin suavidad, con el tiempo he aprendido que las sutilezas con este tipo no funcionan.

- ¿Por qué no en vez de venir a darme consejos a mi te centras en tu relación múltiple? - Contesta borde.

- Creo que tu ira está mal conducida, sabes bien que tengo razón, si quieres estar enfadado con el mundo es tu tema, no el mío, a mi me da igual lo que me digas o cómo me contestes, pero te guste o no esa chica se ha enamorado de ti y tu de ella, hazte cargo de la situación y sé responsable con los sentimientos de la otra persona, igual a ti te es fácil hacer borrón y cuenta nueva, pero sé que ella te recordará toda la vida, no seas otro cerdo más que le enseñará que los hombres no merecen la pena, pensaba que valías más que eso...

El va a contestarme, probablemente otra grosería, quién sabe, tal vez me insulte, pero la conversación se corta en ese inmediato momento con el desgarrador grito que produce Camila desde su cuarto.

- ¡ARIOCH! - Ese berrido me congela la sangre en un segundo, nos miramos el uno al otro y sin palabras nos entendemos, el se arroja al cuarto, yo corro a llamar a los demás.

Al poco entramos en el sitio para ver como mi amiga está inconsciente en una bañera con hielo, la "enfermera" ahora es un señor asqueroso con garras y colmillos afilados, le ha hecho heridas en el cuerpo a Cami, esta tiene moratones y marcas en la piel, le ha hecho profundos rajazos que en un futuro serán cicatrices, siento como me hierve la sangre. El ojos verdes tiene al bicho acorralado con sus afilados cuchillos, yo me acerco al cuerpo inerte de mi amiga para sacarla del gélido líquido, Chloe enseguida me trae una bata para cubrir su desnudez y entre las dos la llevamos a la cama para recostarla.

- ¿Ese bicho le ha hecho esto a Camila? - Cuestiono, parece bastante frágil y débil.

- No, - niega Lilith - es un envase, - la miro confundida - un demonio bajo que sirve de cuerpo para traer a un ser mayor, una vez servido su propósito el ser se va dejando el sacrificio en su lugar, en este caso esta enfermera, para que los cazadores la ataquen a ella y no a su cuerpo real que permanece en el infierno a salvo de cualquier ataque mayor.

En efecto el demonio menor es asesinado a manos del ojiverde sin apenas esfuerzo, yo me encargo de secar a mi amiga con delicadeza y cuidado, me siento que yo si que estoy en el infierno, todo lo que está sucediendo parece irreal, imposible, se sale de cualquier guion que pudiera haber pensado nunca. La culpa pesa en mi pecho como una piedra gigante que oprime mis costillas hasta hacerlas polvo. Los demás abandonan la sala para rebuscar por el hospital otros posibles demonios o amenazas, nos quedamos con Cami Arioch y yo.

- Tienes razón, - le miro - la amo.

El despertar de los mundos (Acabado)Where stories live. Discover now