35. Traición

1 0 0
                                    

By Satán

Miro a mi próxima reina al trono y le sonrío, ella está ahí de pie con la cara totalmente pálida, parece que haya visto a un fantasma, o tal vez al rey de los infiernos. En efecto gente, Camila ha muerto, ya no queda nada de ella, está profundamente dormida en lo más oscuro de su ser y no pienso volver a despertarla. Miro a mis dos aliados riéndome como un maniaco, incluso ellos lucen fuera de si mismos, como si no supieran que esto iba a pasar, tal vez me salté el pequeño detalle de que tendría que tomar el cuerpo de la chica inútil como envase, pero qué más da.

- Por fin voy cumplir mi propósito... - todos me miran horrorizados, la estrella que anteriormente marqué en el pecho de la chica se ilumina y da paso a revelar mi verdadero yo.

Todas las luces se apagan y suelto un rugido liberador que surge desde lo más profundo mis entrañas. Puedo ver al resto palidecer y a mis dos demonios, cabizbajos, no amigos míos, no es momento de remordimiento, sino de celebrar.

- He vuelto, padre, - digo mirando al cielo, me relamo con codicia - y esta vez tú no vas a pararme, ha llegado la hora de que mi reinado se expanda por todo el universo.

Puede ver como los que antes eran mi hermanos, retroceden, cediendo al pánico. En sus cabecitas angelicales puedo leer que tienen miedo y si, amigos, el fin ha llegado. Vuelvo mirar a mis protegidos, me confunde que no den reaccionado, ¡Soy yo! Por fin pueden regresar a casa después de dos meses de aguantar a estos niñatos, deberían estar aún más pletóricos que yo.

- ¿Acaso no vais saludar a vuestro padre? Mostrar un respeto a vuestro salvador... - Chasqueo los dedos haciendo que estos se arrodillen.

- ¿Padre? - Pregunta Daiani confundida, oh, pobrecita mía, se le está rompiendo el corazón al descubrir que su gran amor era todo una farsa, auch, al menos le queda la angelita. 

- Yo... puedo explicarlo. - murmura Lilith, juraría que veo ojos de dolor en ella, Arioch está callado, todos se miran los unos a los otros sin entender nada. Hora de traer el caos.

- En efecto, queridos amigos, tu querida amiga Camila está sometida a un gran y profundo sueño y gracias a tu amiga Lisa, ha sido ella quien me ha hecho el trabajo sucio... - sonrio triunfante - claro que no puedo quitarle el mérito a mis dos cómplices, por favor Arioch, Lilith no seáis tímidos, se acabó el guion, ya no tenéis que fingir estar del bando contrario, es por eso los otros dos demonios clasificados desaparecieron, estaba todo planificado desde el principio, contadles como matasteis sin piedad a vuestros antecesores para poder cumplir la misión principal, robar el libro de las sombras para vuestro maestro. 

- Por eso los otros dos demonios clasificados desaparecieron, estaba todo planificado desde el inicio. - Escupe la maestra angelical.

Qué lindo es cuando la gente junta las piezas de tan intrincado puzle, adoro las miradas rotas y destrozadas que ahora inundan la habitación, son pura miel para mi, dulce odio y rencor. Puedo ver como la mirada de la amiga de mi cuerpo se torna en un oscuro rencor y odio. 

- Yo... arriesgue a lo más preciado que tenía, mi única familia, confié en ti, te amé, joder, ¡Te amé por encima de cualquier cosa! ¿Pero sabes una cosa? De amor nunca nadie se murió todavía, yo voy sobrevivir a esto, pero tú, tú morirás siendo la misma escoria incapaz de sentir toda tu vida. - Ouch, eso ha sido duro, si tan sólo le importase en algo a mi querida adepta.

Para mi sorpresa una lágrima cae de su rostro, ¿En serio Lilith? Me estas decepcionando querida, ¿Acaso esa niña ha conseguido llegar al corazón de la dama de hierro? Aburrido.

- Acabemos de una vez con esto. - Dice mi bien criado hijo, este no me decepciona.

- Muy bien Daiani, podemos hacer esto por las malas o lo podemos hacer por las no tan malas, necesito que me hagas un pequeño favor querida, necesito que abras el libro, renuncies a este y me hagas su nuevo dueño, lo tienes todo en la página 666, ¿Un número muy irónico cierto? - Río divertido.

- Estás loco. - Dice el querubín, oh, un angelito me cree demente, qué sorpresa, siempre es la familia la que piensa peor de ti.

Daiani mira al angelito y le hace una señal para que calle, líder siempre, me encanta, será una magnífica reina. No puedo esperar a verla doblegando a miles de razas a sus pies como nació destinada a hacer.

- Te daré el libro, - dice para sorpresa de todos sus amiguitos, al fin y al cabo no es tan diferente a mi y a los demás demonios, puedo sentir la oscuridad de su alma rezumbando en mis sentidos, vente al lado oscuro pequeña - pero antes devuélveme a mi amiga.

- Ay querida, hay un pequeño problema con ello, cuando cogí de prestado el diminuto cuerpecito de tu amiga, ella y yo hemos quedado unidos en un solo ser, es decir solo uno de los dos puede tener el control sobre el cuerpo y si uno muere, el otro lo hará también. 

- Eso no fue lo que habíamos hablado. - Me recrimina Arioch, ¿Et tu Brutus?

- Venga hijo, no me dirás que ahora te han entrado sentimientos por la chica, hay más coños calientes en el infierno.

- Cierra la puta boca. - Me chilla Daiani, niña peligrosa.

- ¿Disculpa? - Digo incrédulo.

- Digo que cierres la puta boca, no sé todavía como lo haré, pero juro que voy traer a mi amiga de vuelta, aunque sea lo ultimo que haga. No hay nada como la familia y el sueño cegado por cumplir con esta, solía ser así hasta que mi propio padre me desterró de los cielos.

La chica esta tan loca que coge sus dagas y se dispone a atacar, muy bien pues tendremos que hacer las cosas como a mi me gustan. Por las malas.

El despertar de los mundos (Acabado)Where stories live. Discover now