El despertar de los mundos (Acabado)

24. Terrene

By Daiani

Al ver a Camila despecharse cuesta abajo con su caballo corremos tras ella en manada, yo llevo el grupo mientras estos me siguen azorando a sus caballos, no entiendo qué ha sucedido, no había nada en el camino, pero el animal parecía aterrorizado, como si le llamasen desde lo más fondo de su mente.

- ¡Camilla! - Grito tras ella, - ¡Tira de las riendas! - trato de alcanzarla, pero va muy deprisa.

Veo como Arioch me alcanza, cabalgando a pos de mi, le miro y nos decimos el uno al otro, en nuestra mente está claro lo que tenemos que hacer, hay que cuidarla, protegerla, contra todo y por encima de todo. Consigo ver cómo delante nuestra se ha parado Jackie, le está diciendo algo a Cami quien finalmente ha conseguido parar su caballo y se ha bajado de este, parece que se hayan quedado congeladas en el sitio.

- No. Os. Mováis. - Dice Jackie temblando.

Levanto la cabeza y entonces los veo, tres demonios de apariencia totalmente espantosa, tienen la piel semi derretida, son como huesos que andan, con afiladas garras y extremidades terriblemente largas, tienen dientes muy afilados, parecen mucho más peligrosos que los primeros a los que nos hemos enfrentado, creo que lo único que les impide habernos atacado aún es que parecen carecer de ojos, se comunican mediante gruñidos y zumbidos, como si se tratasen de murciélagos.

- Jackie, necesito que me escuches y que confíes en mí. - Le digo con voz pausada.

- ¿De qué estás hablando? ¿No irás a hacer una locura, verdad? - Tiembla.

- Estos seres... digamos que somos familiares con ellos, necesito que cuando yo te lo diga corras y te escondas donde puedas, - susurro en voz baja - no me discutas en esto, ¿Vale? Te explicaré lo que necesites cuando esto haya pasado.

Ella asiente temblando, puedo notar que está muerta de miedo, pero agradezco que me haya escuchado. Bien, es hora de la acción, veo como los demonios sacan sus armas lentamente, parece que estas tienen la habilidad de empequeñecerse para no llamar atención de público indeseado, Lilith me pasa un cuchillo rápidamente y Arioch le da un sai a Camila, me falta el aire en los pulmones, los ángeles toman sus armas también, estamos listos, ¿Ahora qué se hace? ¿Cómo se lleva abajo a un bicho así?

- Estáis viendo un demonio terrene, al haber fallado al infierno y cielo ha sido castigado con ceguera eterna, son todos ciegos, es el castigo que Satán estableció. - Informa Lilith, - Son ciegos, pero no sordos, tenéis que moveros con cuidado y hacer más ruido para confundirlo, si lo veis que ha marcado a alguien haced ruido para descentrarle. - asentimos.

Trago saliva nerviosa, estes seres no se parecen en nada a los primeros a los que nos enfrentamos, no, estos parecen algo muy serio, los demonios pueden ser verdaderamente terroríficos, me hace preguntarme cómo es la verdadera forma de Lilith y Arioch, ¿Tienen cuernos? ¿Colmillos? ¿Cola?

- ¡JACKIE, AHORA! - Ella corre por su vida a esconderse, uno de los bichos esos trata de lanzarse sobre ella, pero Chloe la detiene con su lanza.

Comenzamos los ataques, hacemos ruidos para distraerlos mientras que otro aprovecha para matarlos por la espalda, como podemos vamos evitando sus garras y profusos ataques, se hace difícil, largo y agotador. Sudamos, estamos jadeando todos, mis brazos duelen y esos bichos no parecen rendirse en sus ataques hacia nosotros. De pronto uno de esos asquerosos seres me atrapa a mi contra uno de los árboles, siento su apestoso aliento contra mi garganta, Lilith me ve, se queda congelada en el sitio.

- No te muevas. - Me dice, no te preocupes, no planeaba bailarle una cumbia.

Trato de limitar mis respiraciones incluso, ese ser verdaderamente apesta, siento náuseas. Sus ruidos y el rechinar de sus colmillos me dan sudores fríos subiéndome por la espalda. De pronto sale Jackie detrás de un árbol.

- ¡EH! - Le arroja una piedra - ¡Deja a mi amiga pedazo de mierda! - Grita con fuerza.

El demonio ruge furioso y comienza a correr hacia ella a cuatro patas, es una escena verdaderamente escalofriante de presenciar. Tomo mis cuchillos y me lanzo a su lomo clavando estos en su nuca rajandolo, cae delante de una petrificada Jackie que no para de temblar de miedo.

- ¿Eso sirvió de ayuda? - Deja salir de su boca.

Asiento con una leve sonrisa y ella asiente para luego desmayarse entre mis brazos, demasiadas tensiones por un día. Los chicos se encargan de los demás, y yo cargo a nuestra amiga en brazos, me ha salvado la vida, no lo ha dudado, pese que era un ser horrible que podría habérsela comido con patatas, pero me vio en peligro y no necesitó nada más. Caminamos hacia los caballos, es una sorpresa que siga allí, me subo en el mío y llevo a Jackie apoyada entre mis brazos con el caballo atado al mío para que nos siga, cabalgamos ligeramente hacia el camping de nuevo pensando cómo vamos a poder explicar esta situación.

- ¿Qué ha pasado? - Mi amiga despierta medio ida entre mis brazos.

- Eres una heroína, eso ha pasado. - Sonrío y ella se emociona.

- Me vas a tener que explicar demasiadas cosas, ¿Lo sabes, no? - Me río y asiento derrotada, tocará una larga noche de contar historias.

Al alcanzar las cabañas los profesores nos echan la bronca por habernos desviado del grupo, pero cuando explicamos que el caballo de Camila se descarriló callan no queriendo reconocer que no se dieron cuenta de que una alumna se perdió del grupo, eso les pondría en mayores problemas, así que no hacen más preguntas y nos mandan a nuestras habitaciones, Jackie viene con nosotros colándose en nuestro cuarto.

- Entonces... contadme, - comenzamos a relatar todo, cómo sucedió, lo que sabemos hasta ahora, e incluso quiénes son nuestros acompañantes, - sabía que alguien tan sexy no podía ser humano, esos cuatro son un pecado solo de ver - afirma, nos reímos, es un alivio que al menos una de nuestras amigas sepan qué es lo que está sucediendo.

Nos pasamos el resto de la noche poniéndola al día con todo, líos amorosos inclusive, es agradable estar las tres unidas de esta manera.