❄Capítulo 13❄

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—Si no fuera por el registro de matrimonio...

—No se puede evitar.

Sally untó por el rostro de Shuell el gel de aloe vera, que se jactó de haber conseguido tras amenazar a un comerciante. Al mismo tiempo, puso todo su espíritu y esfuerzo para hacer que Shuell se viera con un aspecto saludable.

—Me aseguraré de que parezca lo más saludable para que nadie pueda criticarla en la reunión de hoy.

Al escuchar esas palabras, Shuell pensó que debía mantenerse junto a Jess en la reunión porque si estaba cerca él, que parecía enfermo las 24 horas del día, ella parecería relativamente saludable.


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Mientras esperaba en la oficina para llegar junto a Rayglen, Shuell lo observaba con la barbilla apoyada sobre sus manos.

Hasta ayer Rayglen estaba vestido con ropa cómoda, pero ahora se encontraba usando un traje formal.

—Al parecer no tiene nada que hacer —dijo Rayglen, con los ojos fijos sobre los papeles.

—¿Eh? En este momento estoy trabajando duro.

—¿Es trabajo verme?

—Por supuesto. ¿Le gusta la pluma estilográfica que le regalé?

—No llevo mucho tiempo usándola.

—Aun así, no le devolveré la antigua. Ya la guardé y encargué una vitrina.

Solo entonces Rayglen levantó la cabeza.

—¿Qué encargó?

—Una vitrina. Sería un problema si el polvo se acumulara en las cosas del Gran Duque.

—... ¿Quiere decir que encargó algo que no usará?

Rayglen parecía no entender.

Al recordar que Sally dijo lo mismo, Shuell negó con la cabeza en silencio porque las personas de aquí no sabían lo básico de ser un fan.

*Toc. Toc*

Tras un par de golpes en la puerta, se escuchó la voz de Jess.

—Su Alteza, la reunión está por comenzar.

—Ya veo.

Rayglen se levantó y extendió una mano hacia Shuell.

Shuell entrelazó su mano con la de Rayglen como si lo hubiera estado esperando, después de todo, ¿cómo podría perder la oportunidad dorada de tocar su mano?

—... ¿Será mi escolta?

Tal vez porque caminaba de la mano de Rayglen, Shuell sintió que caminaba sobre las nubes a pesar de encontrarse sobre un duro suelo de mármol.

La villana cautiva al Gran DuqueWhere stories live. Discover now