❄️Capítulo 78❄️

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Ahora que lo pensaba, Sevi había enviado muchas cartas, pero no dio una fecha para la boda. Se iría poco después del discurso de felicitación hoy, pero Shuell pensó que al menos debería recordarle una vez el asunto de la fecha.

—La conseguiré pronto. Se retrasó debido a la cantidad de trabajo —respondió Shuell con calma.

—Ya veo... No lo he visto últimamente porque parece estar ocupado.

—¿Es así?

Shuell se abstuvo de hablar, aunque simplemente no quería contestar. Más aún, porque el rostro de Topard, sentado frente a ella, parecía estar a punto de volverse rojo.

La comida terminó amistosamente, con la charla amistosa entre Shuell y Soleil.

—Ugh, Nevid, ¿no deberíamos echar un vistazo a las calles del festival?

—¡Yo también quiero ir! ¡Su Alteza parecía tan ocupada que estuve despierto llorando toda la noche!

Un sonrojo apareció en el rostro de Nevid mientras seguía a Shuell.


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El ataque del monstruo y todo fueron problemas dentro del Palacio Imperial, y estaban lejos de la mayoría de las personas del Imperio.

Desde las animadas voces de los niños hasta el comportamiento vivaz de los comerciantes, la atmósfera alegre hizo sentir cómoda a Shuell.

Una pequeña pelota rodó frente a Shuell, y Nevid de inmediato la bloqueó con la funda de su espada.

—Es solo una pelota.

—Se me ha ordenado comprobar todo porque puede ser peligroso.

—Eres sobreprotector. He crecido siendo fuerte...

Antes de que Shuell pudiera terminar de hablar, se escuchó una pequeña voz.

—¡Mi pelota!

El niño, que corrió un poco, recogió la pelota con sus delgadas manos. De inmediato, un sorprendido padre levantó al niño y se inclinó.

—Lo siento. Oye, mamá te dijo que no jugaras afuera.

El padre inclinó la cabeza varias veces más y regañó al niño.

Se veían tiernos, así que Shuell los miró. Incluso las orejas del niño enfurruñado parecían lindas.

Antes de poder continuar con sus pensamientos, Nevid armó un alboroto.

—¡¿Está herida en alguna parte?!

—¡Fue solo una pelota!

Nevid ladeó la cabeza mientras miraba a Shuell en estado de shock.

La villana cautiva al Gran DuqueWhere stories live. Discover now