La villana cautiva al Gran Duque

❄️Capítulo 79❄️

—Mi itinerario con la señorita Soleil terminó un poco antes. Como tenía algo de tiempo libre, decidí caminar un poco —explicó Shuell, moviendo las manos y sacudiendo con la cabeza.

Fuera como fuese, el malentendido con Sílkaro le resultaba frustrante e incluso repugnante.

Shuell arrastró silenciosamente a Nevid, que intentaba alejarse un poco, y lo puso a un costado. Incluso lo golpeó con el codo varias veces para que hablara.

—¡Sí, es cierto! ¡Estaba dando un paseo y por casualidad vio a Su Alteza!

—Nos encontramos accidentalmente.

—¡Sí mi Señor, es cierto!

Sílkaro, todavía sentado, se reía ante la escena.

—El Gran Duque está aquí. ¿También quiere hablar con nosotros?

—Solo estoy camino a trabajar.

—Ni siquiera se ha dado el discurso de felicitación. Por favor, tómese un descanso o la Gran Duquesa me matará.

El comentario fue bastante agudo a pesar de ser una broma.

En lugar de responder, Rayglen se interpuso un poco más entre Shuell y Sílkaro.

Shuell quedó completamente escondida detrás de Rayglen, por lo que no podía ver ni siquiera un solo cabello de Sílkaro.

—Entonces, me llevaré a Shuell conmigo —dijo Rayglen, interponiéndose perfectamente.

—¿Es este un amigo cercano privado en presencia del amor?

—Las bromas se han expresado plenamente.

Rayglen se alejó impasible tras decir esas palabras. Shuell tampoco sentía la necesidad de quedarse, así que corrió tras de él y redujo su velocidad cuando lo alcanzó.

—Gran Duque, realmente fue una coincidencia. Lo sabe, ¿verdad? —dijo Shuell, sosteniendo la mano de Rayglen.

—Lo sé.

Aun así, gracias a esto, pudo salir de la incómoda situación antes de que llegara Elina. Además, incluso pudo ver a Rayglen.

«No fue un mal paseo.»

Mientras Shuell caminaba, Rayglen la miró y habló.

—Parece que disfrutas de la situación.

—Siempre memorizo el horario del Gran Duque, pero hoy apareció primero.

—Recibo un informe de todo.

—Recibir un informe y memorizarlo es un poco diferente.

Rayglen no se molestó en alejar la mano.

Ya que las cosas llegaron a este punto, ¿no sería bueno al menos disfrutar del Festival?

Shuell lo molestó suavemente.

—Gran Duque, ¿es importante el trabajo de hoy?

—Tal vez.

—¿Quizás tenga un poco de tiempo para ver el Festival conmigo?

—... Supongo que es posible.

—¡Bien!

Shuell señaló emocionada hacia adelante.

*¡FUUU!*

Las trompetas resonaban y se escuchaba débilmente el discurso de felicitación de Sevi. Rayglen estaba calmado en medio de un lugar donde todos estaban emocionados y simplemente siguió en silencio a Shuell.