❄Capítulo 74❄

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¿Desde cuándo seguía las reglas?

Sevi levantó la mirada descaradamente.

—Bueno, no soy tan mala persona. Cubriré el incidente de las tablillas de piedra, y como agradecimiento tú solo tendrás que pagarme con trabajo durante unos 60 años.

Era como si le pidiera un poco de ayuda, pero la cifra mencionada era realmente enorme.

—Realmente no sé de qué me está hablando —dijo Shuell en tono indiferente.

—Las tablillas falsificadas. ¿No las hiciste?

—El criminal confesó, ¿no? Ya está muerto.

Sevi, que había levantado la voz hace apenas un momento, escuchaba tranquilamente las palabras y soltó una carcajada. Normalmente, cuando reía así, nunca tenía nada bueno que decir.

—No confío en él —respondió Sevi, hurgándose la oreja con el dedo meñique—. Mintió cada vez que abrió la boca. Es difícil creer que fue atacado por un monstruo.

—Pero eso no significa que yo e-

—No lo sabía, pero, ¿hay dos flores floreciendo en Netri?

Shuell se dio cuenta enseguida de a qué flor se refería.

—Hay una extraña sensación de poder —añadió Sevi con calma.

Cuando Shuell lo miró con expresión de completa incertidumbre, Sevi se encogió de hombros.

—Al principio pensé que era tu hermana menor, porque había una leve energía en las tablillas de piedra. Me refiero a esa chica con el cabello recogido.

—Elina.

—¡Sí, ella! Pero al mirarla de nuevo, sentí una energía diferente. Tiene poder, pero mezclado con algo extraño.

Era la primera vez que escuchaba algo así.

Desde la perspectiva de Shuell, que no podía sentir el flujo de energía o el poder divino de otras personas, no podía distinguir si sus palabras eran verdaderas o falsas. Sin embargo, el tono tranquilo de Sevi le recordó una vez más que era un sumo sacerdote.

—No creo que ese tipo de aspecto tenebroso a tu lado sea capaz de esculpir tablillas de piedra con su espada.

—¡¿Cómo que parece tenebroso?! ¡Ese es su encanto!

—Bueno, eso depende de ti —respondió Sevi en tono calmado—. Me preguntaba si la hija mayor de Netri era incapaz o si era un hijo ilegítimo. Pero al ver las flores floreciendo en el campo de entrenamiento, ¿supongo que ese no es el caso?

La atmósfera actual de Sevi ahora era todo lo contrario a lo que había visto hasta ahora. ¿Tal vez esta era su verdadera personalidad?

—La energía dejada en la tablilla de piedra es la misma que el de la flor que hiciste florecer. Esa es la prueba. Antes que nada, responde, ¿de dónde sacaste la información de la tablilla? —añadió Sevi tediosamente.

—¿Qué información?

—El escudo del Dios Rappel. Tú lo falsificaste, ¿verdad?

—Lo vi en un libro —respondió Shuell con orgullo.

Por un momento, las cejas de Sevi se agitaron como olas como si pensara que Shuell escuchó mal y dio una respuesta absurda.

—¿Estás bien?

—¡Dije que lo vi en un libro!

—¿Existe un libro con esa información?

—Bueno, por casualidad lo vi en alguna parte... Realmente no lo recuerdo...

La villana cautiva al Gran DuqueWhere stories live. Discover now