Capítulo 22

6.3K 392 21
                                    

Capítulo 22 | "Hope"

Kylie Hills

Es domingo, nuestro vuelo sale rumbo a California en horas de la noche y no he dejado de contar las horas para volver a encontrarme con Noah, sé que sólo han sido un par de días, pero es el mayor tiempo que hemos pasado separados.

Sé que tío Grayson lo cuida como si fuera su propio hijo y no es para menos, si adora a Noah con todo su corazón, aun así, no he dejado de llamarlo constantemente sólo para escuchar la voz de mi niño.

Pero antes de irme a California debo resolver las cosas que he dejado pendientes desde la última vez que estuve en Tennessee, así que por eso estoy aquí.

Estoy frente a la casa de mi madre, Hunter aprieta mi mano en un gesto reconfortante y finalmente comienzo a caminar hacia la puerta y me atrevo a tocar el timbre.

He venido con mi mejor amigo, los hermanos Cox se han quedado en casa de Hunter, me siento lejana ante la casa frente a mí, pese a que había vivido aquí la mayor parte de mi vida nunca fue mi hogar. No me hace ilusión estar aquí, más cuando mamá no me ha llamado, ni una vez.

Desde que me fui de Tennessee no he recibido ni un solo mensaje suyo.

Pasos se escuchan por el interior de la casa y la puerta finalmente se abre, Verónica Hills aparece frente a mí en todo su esplendor. Pese a ser bastante temprano por la mañana ya se encuentra perfectamente arreglada, aun cuando seguramente no salga de casa, su perfecto maquillaje, su perfecta vestimenta, su perfecto peinado, todo de ella lo es. La sonrisa con la abrió la puerta se borra de su rostro apenas cae en cuenta de mi presencia.

No le hace mucha ilusión verme aquí.

— Hola, mamá.

Sus ojos verdes idénticos a los míos bajan por mi cuerpo con desaprobación cuando repara en mis vaqueros rotos, mis deportas blancas y el top blanco que decidí colocarme esta mañana cuando creí que era un buen conjunto, pero que los ojos de Verónica Hills desaprueban nada más verlos y hace que la voz en mi cabeza que suena justo como la suya vuelva a resonar, alegando que no es suficiente, nunca nada lo será.

Sus ojos se convierten en dagas filosas cuando se posan sobre el rubio a mi lado, me encojo ligeramente ante su escrutinio silencioso, pero Hunter, por el contrario, parece enderezarse más en su sitio mientras le planta cara a mi madre, nunca se ha dejado amedrentar por ella y supongo que tampoco dejará que lo haga ahora.

Desde que éramos niños Hunter siempre tuvo que colarse en mi casa si quería venir a verme, a mamá no le parecía que Hunter fuera una buena influencia para mí. Con el pasar de los años, cuando éramos adolescentes mi mejor amigo comenzó a llevarse aún peor con mi madre puesto que siempre que mamá le soltaba algún comentario hostil o alguna mala mirada mi mejor amigo se la devolvía con creces.

— ¿Qué haces aquí, Kylie?

Trato de ignorar el tono hostil de mi madre y le regalo una pequeña sonrisa.

— Vine a Tennessee y quería verte —hago una mueca dubitativa — No me has llamado, tampoco has respondido mis mensajes, estaba preocupada por ti.

— No, no lo he hecho — es lo único que dice.

— Mamá, ¿puedo pasar?

— Él se quedará afuera.

— Se llama Hunter, mamá, sé que lo sabes, no tienes que ser grosera — no puedo evitar saltar a defenderlo — Entrará conmigo — no dejo opción a replica.

— Lo que sea.

Mamá nos hace entrar a su casa, creo que ya no se siente correcto que me refiera a ella como nuestra casa, porque ya no se siente así.

Entre la TintaWhere stories live. Discover now