Capítulo 27 | "Verdades ocultas"
Kylie Hills
***
Me despierto sobresaltada, una máscara de oxígeno se encuentra en mi rostro que intento apartar, pero la idea de moverme me hace quejarme.
— Hola querida — una paramédica se atraviesa en mi campo de visión, vale, estoy en una ambulancia — Ya casi llegamos al hospital, estarás bien.
— Eres una guerrera — habla el chico a su lado que controla mis signos vitales — Sólo pelea un poco más.
Intento hablar, pero no puedo, mis cuerdas vocales están muy lastimadas, no sé si es por mis gritos o por los golpes. Los recuerdo se arremolinan en mi cerebro como dagas, unas a otras lastimándome.
Unas cuantas lágrimas se deslizan por mi rostro y un sollozo estrangulado escapa de mi boca, la paramédica toma una de mis manos.
— Estarás bien, estás a salvo ahora — aprieta mi mano entre las suyas.
Todo es un borrón, llegamos al hospital donde me bajan de la ambulancia y me ingresan rápidamente a la sala de urgencias.
— ¡Trauma grave! — grita el paramédico — ¡Múltiples contusiones, posible hemorragia interna, trauma abdominal...!
Algo pasa, la paramédica suelta mi mano cuando le gritan por otra parte y me deja con dos doctores, un enfermero y su compañero paramédico.
No.
No quiero que me toquen.
Me remuevo con fuerza. Aunque duela, aunque mis heridas sangren de nuevo, aunque todo mi cuerpo se queje por el movimiento.
— ¡No! — grito, mi voz se desgarra aún más y creo sentir la sangre en mi garganta — ¡No me toquen, no quiero que me toquen!
— Señorita...
— ¡No me toquen! ¡Me lastiman!
— Trae un sedante — ordena uno de los doctores.
— ¡No, por favor! ¡Deténganse, no me toquen! ¡Por favor!
— ¡¿Pero qué mierdas les pasa a ustedes?!
— Señorita Butler...
— ¡La están asustando! — una chica rubia ingresa en mi campo de visión apartando a todos los hombres de mí, me regala una sonrisa tranquilizadora, como si no hubiera maldecido a todos esos hombres hace cinco segundos — ¿Cómo te llamas, linda?
Su pregunta me desconcierta, pero luego de varios minutos en donde lo único que miro es su rostro es cuando los sollozos comienzan a invadirme.
— Kylie — sollozo.
— Es un nombre muy bonito, Kylie — aprieta mi mano con más fuerza — Yo soy Aria.
Mi cuerpo tiembla, no sé si es por el dolor o por el llanto, pero rompo en más sollozos desgarradores. Y ella aprieta mi mano con más fuerza.
— Estoy aquí, estoy aquí, no estás sola, Kylie — limpia mis lágrimas de mi rostro — Ellos sólo quieren ayudarte, nadie te hará más daño.
Miro tras ella a los hombres que esperan su oportunidad para atenderme con impaciencia y tiemblo de miedo nuevamente, pero Aria vuelve a guiar mi rostro hacia el suyo, para que sólo me concentre en ella.
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Entre la Tinta
Teenage FiktionKylie Hills no cree en el amor, al menos se ha prometido no volver a creer en él, no luego del que creyó el chico de sus sueños y su príncipe azul se convirtió en la bestia del cuento. Tampoco cuenta con el apoyo de su madre así que, en una decisión...