Capítulo 24

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Capítulo 24 | "Hilos"

Axel Cox

Miraba a la mujer frente a mí con todo el desprecio que podía transmitir mi mirada. Unos minutos después por las escaleras del edificio apareció Cody, quien parecía estarle dando un ataque cardiaco por haber subido las escaleras corriendo y se petrificó cuando nos miró a Megan y a mí. Sus ojos grises conectaron con los míos.

— Me llamó diciendo que quería verte, le dije que no era un buen momento y que no debía forzar las cosas — el tono de Cody dejaba ver lo molesto que estaba con ella mientras me explicaba lo que pasaba — Pero insistió tanto que vine a advertirte, llegué tarde, lo siento.

No tenía que disculparse, sabía que Megan había estado intentando hablar conmigo pese a todas mis negativas y Cody había tratado de mediar entre nosotros, explicándole de la manera más correcta posible que aún no quería hablar con ella, que no me sentía listo. Pero bueno, estábamos hablando de Megan, alguien totalmente egoísta.

— Creí que fui claro contigo cuando te dije que no quería verte — me sorprendió el tono gélido de mi voz.

Megan tragó saliva intimidada mientras me miraba desde abajo, esperaba que mis ojos heterocrómicos le mostraran el desprecio que le tenía. Era un poco contradictorio, mi corazón me gritaba con todas sus fuerzas que la perdonara, era mi madre después de todo y sí, aún la quería, estaba claro, puede que nunca dejara de hacerlo. Pero mi cerebro, en cambio, me gritaba que no cediera ante ella, que una madre no se comportaba como ella lo hizo, una madre no traiciona a su hijo. Si me traicionó una vez, lo haría de nuevo.

Y, la mayor parte el tiempo, decidía escuchar a mi cerebro.

— Axel, por favor... — imploró — Soy tu madre, tienes que escucharme.

— No, en realidad no tengo que hacer nada por ti.

— ¿Me dejas pasar?

Gruñí inconforme, mis ojos conectaron con los de Cody y volteé los ojos, Cody quería que hablara con Megan, yo no quería hacerlo y todo tenía un motivo, no quería hacerlo porque no quería romper la imagen que mi hermano tenía de Megan.

Me hice a un lado en la puerta mientras mamá entraba, Kylie ya había apagado la televisión y me miraba sin saber que hacer, me acerqué a ella depositando un beso en su frente para hacerle saber que no quería que se fuera y caminé hacia mi habitación donde Noah aún estaba dormido, por lo que cerré la puerta de mi habitación, no quería que despertara por los gritos que seguramente comenzarían pronto.

Cuando regresé, Cody hablaba con Kylie mientras le dedicaba varias sonrisas cómplices a los que ella sólo lo empujaba, estaba claro que estaba molestándola.

Megan miraba todo de forma curiosa mientras se encontraba sentada en uno de los sofás del centro, yo decidí tomar la mano de Kylie y guiarla hacia la encimera donde tomó asiento en uno de los bancos y yo me coloqué de pie al lado suyo. En otro momento hubiera sonreído al saber que, pese a que el banco le daba a Kylie más altura, aun así, no lograba superarme en estatura. Cruce los brazos a la altura de mi torso.

— Habla — ordené.

Vi a Megan tragar saliva intimidada por la mirada de todos sobre ella.

— ¿Quién es ella? — no lo preguntó de mala manera, sólo parecía curiosa sobre la presencia de Kylie.

— No te importa.

— Claro que me importa, eres mi hijo — bufe hastiado, la carta del hijo sería lo que usaría esta noche en mi contra, de acuerdo.

Entre la TintaOn viuen les histories. Descobreix ara