Capítulo 36

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Capítulo 36 | "Muñecos de acción"

Axel Cox

Bajo los vaqueros por mis piernas mientras Kylie se acomoda sobre el colchón mirándome con una sonrisa, sonrío ligeramente cuando su mirada me recorre con lujuria cuando quedo completamente desnudo.

Abro rápidamente el condón hasta que me envuelvo la polla y me coloco entre las piernas de mi novia que no tarda en dirigir sus ojos hacia los míos. Se retuerce cuando me tomo en una mano y comienzo a frotar la cabeza de mi polla entre sus labios vaginales, sin entrar completamente.

— Axel — se queja clavando sus uñas sobre la piel de mi espalda sacándome un siseo de dolor, así que tomo eso como mi señal mientras comienzo a introducirme en su interior.

Debo cerrar los ojos cuando una enorme cantidad de sensaciones me embarga, gruño cuando las paredes de su interior me aprietan con fuerza envolviéndome la polla como si este fuera mi lugar. Jadeo sobre sus labios cuando estoy completamente dentro de ella y sus paredes se contraen.

Kylie suelta un gemido lastimero cuando comienzo a moverme con pequeñas embestidas.

— Podemos detener esto cuando quieras, lo sabes ¿no? — le hablo mirándola directamente a los ojos, nublados por el placer.

No me interesa si tengo que detenerme y hacerme una paja en el baño para bajarme la erección o ducharme diez veces con agua fría, si ella no quiere esto, me detendré.

— No pares — gime sobre mis labios.

Esa es la señal que necesito.

Coloco una de mis manos sobre su cabeza, justo en la cabecera de la cama mientras comienzo a bombear con fuerza en su interior, Kylie no tarda en gemir mientras sus piernas se aferran a mi cintura y sus uñas trazan surcos por mi espalda.

Bajo mi rostro lo suficiente para succionar uno de sus pechos con mi boca mientras aprisiono uno de sus pezones con mis dientes, mi otra mano se aferra a su muslo enrollado en mi cintura y ella tira de mi cabello cuando se retuerce.

Mis caderas no tardan en encontrar el punto en su interior que la hace chillar con más fuerza y es ella la que vuelve a tirar de mi cabello para guiarme a su boca en lo que nos hace girar sobre la cama.

Me siento realmente afortunado cuando esta impresionante diosa presiona sus manos en mi pecho y guía una de ellas hasta mi miembro, tomándolo con sus manos y guiándolo de nuevo a su interior, dejándose caer sobre mí con una sola estocada que nos tiene gimiendo a ambos.

Me incorporo para poder tomar su trasero entre mis manos mientras ella comienza a balancearse sobre mi polla, comienzo a recitar el nombre de todos los jugadores de beisbol que recuerdo si eso evita que me corra tan pronto, pero me resulta imposible cuando la castaña menea sus caderas de esa manera sobre mi polla, una de mis manos se aprieta en su cuello y la otra impacta contra su culo.

— Eso es, tesoro — gruño extasiado cuando la hago girar de nuevo, sigue a horcadas sobre mí, sólo que esta vez me está dando la espalda.

La piel lechosa de su espalda está perlada por el sudor y tengo una vista perfecta de como su coño me envuelve la polla mientras sube y baja sobre ella como si se tratara de una maldita danza erótica, las mejillas de su culo rebotan con fuerza sobre mis muslos y no puedo evitar volver a llevar mis manos a ellas, abriendo sus mejillas para deleitarme con la morbosa vista que tengo frente a mí, aprieto con fuerza maravillándome con las marcas de mis manos sobre su piel mientras la castaña se aferra a mis muslos sin dejar de follarse con mi polla.

Palmoteo varias veces su trasero, gruñendo cuando su piel toma un tono rojizo y pasa mucho cuando la castaña comienza a acelerar sus rebotes hasta que comienza a retorcerse sobre mi polla cuando se corre. Sus fluidos bajan por mi falo cuando obtiene su orgasmo y eleva su trasero sacando mi polla de su coño.

Entre la TintaWhere stories live. Discover now